Santiago de Chile, 30 de Diciembre 2010. (Radio del Mar). Faltan sólo horas para que culmine el 2010 y se sacan cuentas de todo tipo con el fin de demostrar lo bien que se han hecho las cosas y cómo hay motivos de sobra para celebrar. Un pequeño nubarrón en el horizonte ha aparecido de pronto, pues la tan respetada y esperada encuesta CEP-Centro de Estudios Públicos, propiedad de los empresarios que representan la derecha histórica de este país, concluye hoy que el apoyo al Presidente no llega al 45% y que el rechazo a su persona crece hasta más de un 50%. Es de esperar que la poco criteriosa vocera de gobierno, no salga a decir que esta es otra jugada de la odiosa Concertación.
Pero igual habrá abrazos y felicitaciones en Palacio. La autocomplacencia puede llevarlos a decir, porque así lo creen, que este es el gobierno más exitoso de la historia republicana y que en menos de un año ha logrado lo que otros no pudieron hacer en los 2 siglos anteriores. Al fin está todo bien y en el 2010 se enfrentó con firmeza las consecuencias del terremoto, se festejó como debía el Bicentenario, se rescató en forma milagrosa a los mineros atrapados, la Selección chilena clasificó y se lució como nunca en el mundial de fútbol, tenemos un crecimiento del 6%, aunque no esté respaldado por producción, se venderán más autos nuevos que en todos los años anteriores y se han creado más de 200 mil empleos, aunque muchos de ellos sólo duraron un par de meses. Y todo gracias a este Presidente.
Existe de todas maneras, otro mundo fuera de Palacio, que no se abrazará ni festejará con tanta alegría. Ahí están los familiares de los más de 70 mineros muertos y las decenas de accidentados graves en sus faenas, de los que nadie se acuerda y por los que nadie se preocupa; también las 50 víctimas de femicidio a las que nadie protegió; los comuneros mapuches muertos, apaleados y perseguidos sin tener una respuesta a sus reivindicaciones; los pascuenses apaleados por plantear sus derechos; los familiares de los accidentes carreteros en buses de una empresa que se repite y que rápidamente se ocultan y pasan al olvido con la excusa de los interminables exámenes técnicos sin que se castigue a los responsables; también están fuera de La Moneda los millones de ciudadanos víctima de la colusión de las empresas que no se cansan de avasallar sus derechos, como las farmacias, los buses y los supermercados por citar algunos casos y por supuesto, como no recordar en estas fechas a las instituciones financieras y de crédito y las multitiendas con su política sistemática de abusos.
Hay muchos más que no celebrarán tan ruidosamente, muchas veces por estar angustiados con su situación familiar como tantos damnificados por el terremoto que saben de la falsedad del discursos oficial, pues no han tenido ni la mínima solución a sus problemas, las miles de familias postulantes a un subsidio del Serviu humilladas y obligadas a dormir por días en la calle; y en el Sur de Chile cuando se aprecia como se sigue contaminando las aguas con la complicidad de las autoridades y mientras se anuncia el despido de miles de trabajadores de la industria salmonera, aunque sus ganancias no dejan de crecer.
Ese es el feliz 2011 que se puede esperar y está claro que como siempre ha sido, será más feliz para algunos, como lo indican las diferencias existentes en esta sociedad.*****FIN*****