Santiago de Chile, 12 de Diciembre 2010. (Radio del Mar). En una ceremonia militar llena de marcialidad, el Ejército de Chile dió la bienvenida a un nuevo contingente de oficiales de reserva. Connotados empresarios y ejecutivos de grandes consorcios de vientres algo protuberantes que los elegantes uniformes trataban de disimular, juraron servir en sus filas. Varios rostros conocidos entre los nuevos militares, cuyos intereses e identificación con el régimen militar hacía que se sintieran muy a gusto. Entre ellos destacó por su hidalguía, César Barros, presidente de los industriales salmoneros, pinochetista puro y que en su último discurso gremial, habló de la guerra existente en el país y en la cual se debía salir victorioso, venciendo al enemigo interno.
Pero en ese remolino de uniformes blancos y brillantes charreteras, no sólo se dió la bienvenida a los nuevos hombres de armas, sino que se hizo efectivo el ascenso de quienes había hecho el mérito suficiente para ello. De esa manera, se promovió al grado de subalferez del Ejército de Chile, al señor Francisco Vidal, quien recibió las nuevas preseas con gallardía y gran orgullo.
Al fin era oficial y podía codearse con sus admirados y queridos militares, los mismos que terminaron con el gobierno constitucional de Salvador Allende, que mataron, torturaron, encarcelaron y enviaron al exilio a miles de compatriotas, como tampoco han entregado la información que haga posible encontrar a los desaparecidos. Pero todo eso es algo menor, pues se debe tener una visión de futuro y no sólo fijarse en el pasado.
La pregunta es si en la Concertación seguirá siendo recibido con los mismos abrazos por sus amigotes/cómplices y si la Presidenta del PPD lo besará como siempre, ahora que sabe que en la Mesa de su Partido, estará sentado junto a ella, alguien que se incorporó a las filas de los que mataron a su padre. ¿ O iremos a presenciar un nuevo caso de doble moral de la clase política ?.*****FIN*****
