05 - noviembre - 2024

Alexis Sanchez en manos de los mercaderes del fútbol

Santiago  de Chile, 20  de Enero 2011. (Radio del Mar). El fútbol chileno está siendo una actividad, un espectáculo y finalmente un deporte, que nos tiene acostumbrados a los fuegos  de artificio: mucho ruido, luces que se apagan y peloteros que no entretienen más que algunos minutos. Estos días de la segunda quincena de enero son los que habitualmente se ocupan para grandes anuncios con promesas de «ganarlo todo», encuentros amistosos sin ninguna importancia, y presentación de planteles que siempre pretenden ser novedosos. Esta pirotecnia ocurre con jugadores que nunca serán titulares, argentinos en Chile con carreras terminadas o con lesiones irrecuperables, paraguayos y colombianos que sólo alcanzan a estar algunos meses y que normalmente se relacionan con el entrenador de turno o algún intermediario amigo de éste.

Nadie entiende estas supuestas y arregladas transacciones y menos los negocios que se hacen detrás de esto, y que claramente, después de que el fútbol se transformara en un mundo de sociedades anónimas, ha dejado en segundo plano los éxitos deportivos y las alegrías para los hinchas.

En el mundo futbolero actual, reinan los llamados intermediarios, algunos reconocidos por la ANFP, Asociación que desde el 2002 lleva y entrega esa acreditación en lugar de la FIFA. Y otros mercaderes, los más, verdaderos traficantes piratas, como el Señor Sergio Morales que tiene desde hace años a Colo Colo como cliente preferente, aunque los dirigentes insistan en negarlo.

Son estos personajes los que cobran comisiones y se quedan con parte de los sueldos de los jugadores por colocarlos en alguno de los «clubes grandes», y que les llenan de promesas para hacerlos dependientes de un inminente pase al extranjero que les hará millonarios.

Como el medio local es muy pequeño y de bajo nivel en el concierto internacional, no se puede comparar la situacion doméstica con lo que sucede en otros países como Argentina, que tiene registrados 202 intermediarios o comisionistas; o Brasil que registra 332 comerciantes en esta área; o la locura de Italia que tiene a 723 personas en el listado de esa actividad. Todo esto contra los 20 que dicen ejercer esta actividad en Chile.

Pero ni esa diferencia, ni los montos que se manejan en otras partes, hace que estos personajes sean diferentes, pues su negocio es vender  jugadores para cobrar sus suculentas comisiones a clubes que después no cumplen con lo pactado, o relacionándolos con mafias que les entregan pasaportes falsos para hacerlos aparecer como europeos, como ocurrió con Pablo Contreras cuando fué a jugar al Mónaco de Francia.

Hace pocos días, los medios han publicitado el posible traspaso de Alexis Sanchez a un gran club europeo. Con sólo 22 años el «niño maravilla», es titular en el Club Udinese de Italia, lo que podría considerarse un éxito, después de un período de acostumbramiento que vivió en River Plate de Argentina.

Este plantel italiano es una clara empresa especializada en transacciones de jugadores. No le preocupa estar en la medianía de la tabla de la Primera División italiana, pues en ningún momento ha hecho inversiones para aspirar a un título. El propietario de Udinese es un inversionista que ni siquiera reside en Italia, sino en Barcelona; compra barato, sobre todo jóvenes, y trata de venderlos por el mayor precio posible, sin importarle en absoluto su futuro deportivo.

Al  acercarse el receso invernal en Europa, comienzan los rumores, las apuestas, las supuestas filtraciones a la prensa, y las ofertas que se «estarían haciendo» por  determinadas estrellas. Todo lo cual no es otra cosa que el repetido negocio de los clubes de ofrecer publicamente sus pupilos en el mercado internacional.

Esa es la situación de Alexis en este momento. Oferta que no sucede por primera vez, ya que el año pasado estuvo «casi listo» para irse al Manchester United de Inglaterra, sin que pasara nada. Ahora, el Inter de Milán habría mostrado interés en él; el Chelsea de Inglaterra «estaría dispuesto a pagar» 40 millones de dólares por su pase; y  el Barcelona habría enviado un veedor para observar su juego.  

Es lógico que una persona de origen humilde como Alexis se sienta deslumbrado por estas posibilidades que le presenta su representante y que él no controla para poder verificarlas Pero lo que sí está claro, es que esto terminará  afectando su rendimiento y que su alegria  de jugar en Udinese llegue a transformarse  en depresión de no concretarse esa ambición tan inteligentemente alimentada por los comerciantes, de dejar este «club visagra», para pasar a uno que sí gana campeonatos.

«El niño maravilla» tiene mucho tiempo todavía para progresar y superarse en lo físico y futbolítico, ya que sus 22 años hablan de una carrera en desarrollo. Pero ojalá no se deje deslumbrar y en unos años más debamos presenciar otro proyecto fracasado y del cual, lamentablemente, habrá solo un damnificado.*****FIN*****

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