Santiago de Chile, 10 de Enero 2011. (Radio del Mar). Si se hiciera una encuesta sobre si se está de acuerdo o no con la «Libertad de Expresión», se puede estar seguro de que la inmensa mayoría de los consultados respondería de manera afirmativa. Esas palabras tan sencillas, están asociadas directamente a una democracia sólida y un Estado de Derecho. En Chile sin embargo, se vive una situación particular y riesgosa, pues la casi totalidad de los medios escritos son propiedad de dos consorcios periodísticos, debiendo recordarse que uno de ellos ha sufrido condenas a nivel internacional por su participación en el complot para destituir al Presidente Salvador Allende y el apoyo que dió al posterior golpe de estado de 1973, según han revelado documentos del senado norteamericano. Tampoco es fácil olvidar la falsa información publicada por el Diario La Segunda, del mismo grupo tratando de ocultar el asesinato de más de 100 chilenos en Argentina a manos del gobierno militar y una serie de otras graves faltas que lindan en lo delincuencial realizadas por estas tradicionales instituciones de la prensa criolla.
El papel de los medios de comunicación es de vital importancia en el derecho de los ciudadanos a ser informados oportuna y verazmente, pero eso se contradice con el juego que se hace de la información, privilegiando alguna de acuerdo a determinados intereses o buscando privilegiar con efecto sensacionalista aquello que no tiene ninguna importancia periodística. Por eso es necesario referirse a dos noticias publicadas en el día de hoy en el Diario La Tercera (Lunes 10/01/2011). La primera «tendría» su origen en «Rio de Janeiro» y en medios de prensa brasileños en que no se menciona una palabra sobre los planes anunciados por la Presidenta Dilma Rousseff para combatir la pobreza y que tendrán un gran impacto en ese país, sino que lo más importante aparece como que ella habría ordenado se retirara de su despacho presidencial un crucifijo y una biblia. Lo sorprendente de esta noticia es que mientras para La Tercera el hecho «habría sucedido», en La Segunda ya aparece como «hecho confirmado». Que más se podía esperar de una Presidenta de izquierda parece decir la noticia y que otro trato se merece esa mujer que al anunciar su visita en el mes de abril, el vespertino no se molesta en tratarla con cierta dignidad por el cargo que oocupa sino que se refiere a ella diciendo que «Dilma vendrá a Chile». Estigmatización total, para la Presidenta de la octava potencia económica mundial.
La segunda noticia pblicada por el mismo diario matutino en portada y con la mayor visibilidad posible es que el apoyo al Presidente Evo Morales de Bolivia, habría caido al 30%, citando como fuente el diario El Deber de Santa Cruz, medio que se ha caracterizado por atacar en forma permanente y descalificadora al gobernante y de ser portavoz del movimiento separatista que pretende escindir Santa Cruz del territorio boliviano incitando incluso a la rebelión civil. Cuanto se aplaude ese hecho con esa portada sensacionalista, se busca alcanzar un objetivo específico y que no puede ser otro que quitar legitimidad al Presidente Morales. Pero que más se puede querer para ese «Presidente isquierdozo», que fue elegido con un 64% en el año 2009 y que además es de origen indígena.
Este interés selectivo por las noticias internacionales trasluce también como se manipulan los hechos, porque no mereció ni una línea de portada el incremento de 34% en intención de voto a Cristina Fernández, Presidenta de Argentina; ni la denuncia internacional de que en los gobiernos del amigo del Presidente Piñera, el señor Alvaro Uribe de Colombia, se habían producido más de 30.000 desapariciones forzadas, al margen de las muertes y secuestros y que ésto sería responsabilidad de grupos paramilitares afines a su persona.
Esta supuesta fachada de que se tiene una prensa libre, no es la que necesita el país para sentirse una democracia plena y un estado de derecho que pueda llamarse como tal.*****FIN*****