Santiago de Chile, 26 de Enero de 2011. (Radio del Mar). Como un hecho anecdótico dentro de su Mensaje a la Nación, el Presidente Barak Obama de Estados Unidos, comentó que en el mes de Marzo visitaría El Salvador, Brasil y Chile. La reacción de felicidad de las autoridades chilenas, trató de ocultar la vergonzosa situación que se enfrentaba al verse sorprendidos por la noticia, enterarse de esa visita a través de la prensa, reconocer que no habían sido consultados al respecto y tratar de presentar en forma apresurada una agenda posible, cuando es lógico que sólo se tratarán temas que interesen a Estados Unidos.
El estilo amistoso de Obama no logra disimular la prepotencia y altanería de la política exterior de ese país, que impone tiempos, temas y prioriza sus intereses por encima de cualquier consideración, sin importar en absoluto lo que pueda ser prioritario para los anfitriones. Es absolutamente impensable que el Presidente Sebastián Piñera decidiera por sí, viajar en una fecha determinada a ese país del Norte y simplemente anunciarlo por la prensa, por lo tanto se debe aceptar que esta visita de Obama no es un éxito de la política exterior chilena y que tampoco se da en un nivel de reciprocidad e igualdad, simplemente fué impuesta, aunque se deba agradecer que significará instalar un gran circo en función permaanente por los próximos dos meses, lo que hará que todos los temas de interés nacional pasen a ser secundarios.
Pero tratando de sacar una conclusión positiva de ésto, es posible que Obama en Chile sea un pequeño reconocimiento a nuestra intachable conducta y total apego a los principios del libre mercado y de lo que tan orgullosos pretende este gobierno que el país se sienta.*****FIN*****