Santiago de Chile, 16 de Febrero 2011. (Radio del Mar). Los hechos políticos de los últimos días que culminaron, como primera etapa en el día de hoy, han sido la oportunidad para conocer diferentes aspectos de la realidad en que se mueven y como lo hacen quienes tienen un papel protagónico en la política chilena. Una vez más quedó demostrado que la Concertación no se encuentra en condiciones de asumir ningún papel como fuerza opositora. Las razones parecen ser varias, pues hay muestras de desmotivación, abulia, falta de interés por los temas ciudadanos, falta de liderazgos, como también se revela que sólo se emitían opiniones cuando se sentía el respaldo de un gobierno que les apoyaba y que sin él, hoy no son nada más que funcionarios con un gran sueldo y ninguna responsabilidad.
En la Alianza por Chile, la situación es diferente, pues la UDI ha impuesto su poder, logrando que las decisiones presidenciales se sometan a sus intereses, como pasó en esta oportunidad con la Intendenta del Bío Bío y ya lo habían logrado al rechazar el nombramiento del Director del Diario La Nación, por no ser de su gusto, pese a que ya había sido designado por Piñera. Pero la actitud de este Partido, hace recordar los tiempos duros de la dictadura militar en que se rechazaba y desacreditaba cualquier forma de crítica, aunque en este momento no puedan recurrir a la muletilla del «marxismo internacional» para negar lo que está a la vista de todos. Negar que la Intendenta mintió y engañó al Gobierno, es casi una provocación, pues todo el país pudo escucharlo. Ese fundamentalismo, también hace pensar en actitudes de la Iglesia Católica con la que tanto se identifican los dirigentes y miembros de ese Partido, que ha sido capaz de negar situaciones de mentira, incluso de aberraciones cometidas por sus miembros, con la excusa de que sólo eran ataques que buscaban desprestigiarla.
Pero este triunfo de hoy, que sobre todo demostró la debilidad e incoherencia política del Presidente, no es el fin de una situación sino el comienzo de una etapa de grandes conflictos a nivel del Gobierno y las fuerzas que lo apoyan. Una Ministra de la Vivienda que sin apoyo no tiene otra salida honrosa que su renuncia; Renovación Nacional ninguneada y transformada en una hermana pobre y postergada de la coalición; fuerzas políticas en el Bío Bío que se marginarán de la política regional; declaraciones de los máximos dirigentes y parlamentarios de este partido que hablan de que «la relación con la UDI está mal»; de que la gente esperaba una señal ante «hechos reñidos con la ética»; que «la decisión del gobierno es incoherente» o que es «la peor señal para los otros empleados públicos», conforman un panorama de descontrol que no parecen interesar a nadie, que no tiene visos de solucionarse y menos con ese fundamentalismo autoritario del partido mayoritario.
El Presidente no podrá seguir escondiéndose como lo ha hecho estos días, pues lo hecho no tiene una explicación moralmente aceptable y que, además, va en contra de todo lo que manifestó durante su campaña. No tendrá otra solución que salir a recorrer las zonas afectadas por el terremoto con una fuerte escolta y aparentar que festeja sus logros, aunque todo el país ya sabe, que se tratará de una nueva mentira,*****FIN*****