Santiago de Chile, 26 de Marzo 2011. (Radio del Mar). Cuando la multinacional norteamericana de la información Equifax compró Dicom, no realizó una simple transacción comercial, sino que dentro de lo aquirido estaba el alma y el destino de los chilenos. Abundan las historias sobre las peripecias y sufrimientos de millones de chilenas y chilenos que a consecuencia de los informes que emite o por el sólo hecho de estar registrado en sus bases de datos, se deja de tener derecho al trabajo, al arriendo de una vivienda y a cualquier posibilidad de crédito.
Recientemente se denunció la entrega de «informes de presunción», en que personas sin deuda de ningún tipo, eran clasificados en forma negativa por cambiarse de vivienda en «forma reiterada», realizar demasiadas consultas en el sistema financiero sobre posibilidades de crédito y no trabajar por largos periodos con el mismo empleador.
Pero hoy avanzaron más en el control que tienen sobre las personas, pues deciden sobre la vida misma. La señora Evelyn Figueroa ingresó a la urgencia del Hospital del Profesor de Santiago solicitando atención médica para su hija de 5 años que presentaba un cuadro de sangramiento y vómitos. Pero cuando le fueron solicitados los cheques para comprar los bonos correspondientes, le informaron que su hija no podía recibir atención médica por tener ella «algo pendiente con Dicom».
Una situación como esta ha sobrepasado todos los límites y ya es hora de que sin tanto estudio, las autoridades establezcan límites para este nuevo colonialismo que se impone a los chilenos desde Estados Unidos.*****FIN*****
