Santiago de Chile, 24 de marzo 2011. (Radio del Mar). La Dirección de Carabineros de Chile ha dado a conocer hoy 24 de Marzo, que los cabos Luz Arancibia Jofré y Erwin Ovando de la dotación de la comisaría de La Cisterna, han sido separados de la Institución o «dados de baja», como se usa en el léxico militar, por haber denunciado hechos que afectan a un superior jerárquico, sin respetar los conductos regulares internos.
Esta situación tiene varias aristas que llaman a analizar el accionar de una institución en que la verdad debe primar sobre todas las cosas, pero además, no puede pretenderse que no exstan derechos que deben ser respetados, ya que los afectados son empleados públicos, trabajadores que no han cometido ningún delito ni han tenido el debido proceso.
Estos dos cabos y una funcionaria civil del sexo femenino, denunciaron haber sido objeto de acoso sexual reiterado y de hostigamiento sicológico, por el Mayor Claudio Dumenes Vargas, comisario en La Cisterna. Esta denuncia la hicieron en reiteradas oportunidades por los conductos establecidos sin haber sido escuchados y sólo cuando los hechos fueron del conocimiento público, se procedió a trasladar el caso a las oficinas centrales.
Está claro que la señora Ministra del Trabajo y el Ministro de Defensa no dirán una palabra al respecto o simplemente responderán ante este abuso, que se realizarán los sumarios administrativos correspondientes, de los que nunca se sabrá el resultado. Como tampoco se supo nunca que sucedió cuando se conoció que un oficial no había recibido autorización institucional para casarse con una suboficial porque no se la consideró «socialmente adecuada».
Pareciera que el ser un oficial superior lleva implícito una autorización de abuso y un sentimiento de impunidad con los subalternos de los que se puede disponer a voluntad y para «todo servicio». A menos que en la situación del Mayor Dumenes, también haya influído que su esposa y capitana en servicio activo, sea la Jefa de Gabinete de la Subsecretaia de Carabineros.*****FIN***** .