Fuente: BBC Mundo
06 de marzo de 2011
Científicos de Chile y Estados Unidos dijeron haber elaborado un nuevo anestésico que se obtiene a partir de algas de agua dulce y cuyo efecto prolongado, según ellos, podría ofrecer importantes avances para la medicina.
Se trata de la neosaxitoxina, una sustancia que logró producir en grandes cantidades la empresa biotecnológica chilena Proteus, tras el cultivo y la purificación de microalgas cianofitas.
La investigación fue llevada a cabo por el médico chileno Alberto Rodríguez Navarro, como primer autor, el laboratorio Proteus y un equipo académico del Hospital Infantil de Boston, EE.UU.
La sustancia fue probada con 137 pacientes chilenos a quienes se les extirpó, por vía laparoscópica, la vejiga biliar.
De acuerdo a los investigadores, el estudio arrojó que las personas que recibieron este compuesto presentaron menos dolor en la etapa postoperatoria que quienes recibieron un anestésico convencional.
Según ellos, la sustancia resulta clave para el tratamiento del dolor al actuar como bloqueadora de los canales de sodio.
Los científicos dicen que la neosaxitoxina puede bloquear el dolor durante un lapso de 24 a 48 horas por lo que podría servir como anestésico para una cirugía y como analgésico para el proceso inmediato de recuperación.
“Alivio más prolongado”
“En los últimos 40 o 50 años, tras el desarrollo de la bupivacaína, sólo ha habido mejoras muy leves en los anestésicos locales utilizados para el alivio del dolor después de la cirugía”, le dijo a BBC Mundo el jefe del Servicio de Tratamiento del Dolor del hospital estadounidense, Charles Berde.
“Si los nuevos estudios confirman que la neosaxitoxina es segura y efectiva, entonces creemos que el mayor avance será el alivio más prolongado del dolor después de la cirugía”, destacó Berde.
Los científicos señalan que, en las pruebas realizadas hasta el momento, los pacientes tratados con neosaxitoxina no presentaron reacciones adversas.
Esto contrasta con los actuales anestésicos locales, que suelen perder su efecto después de ocho horas y frecuentemente hacen necesario el uso posterior de analgésicos que pueden generar efectos secundarios, como náuseas, somnolencia o estreñimiento.
“Los anestésicos locales usados en Chile, y en general en el mundo, tienen el riesgo de producir convulsiones y, más grave aún, cardiotoxicidad y paros cardíacos”, dijo el presidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile, Renato Chacón, quien, además, señaló que “esta nueva droga no produce neurotoxicidad ni cardiotoxicidad, por lo tanto nos encontramos con algo que es de más larga duración, más efectivo, y que además nos reduce los dos principales riesgos de los anestésicos”.
“Si efectivamente funciona como viene aspectada significaría una revolución, desde el punto de vista que lo más probable es que la práctica clínica a nivel nacional y mundial se enfocará a esta nueva droga”, añadió.
Pruebas finales
Chile cuenta con una gran industria pesquera en la que constantemente se realizan investigaciones para combatir la contaminación o los elementos tóxicos que algunos mariscos pueden contraer. Fue en estos procesos que se determinó que hay microorganismos que pueden actuar como bloqueadores del canal de sodio.
El trabajo conjunto de los investigadores chilenos y estadounidenses se centra ahora en nuevos estudios preclínicos y de seguridad humana, para luego solicitarle a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) la autorización para desarrollarlo en ese país, como parte de un nuevo fármaco en investigación.
“Después de eso, el plan es realizar estudios adicionales en pacientes sometidos a diferentes tipos de cirugía para caracterizar mejor la dosificación, el grado de beneficio, los riesgos y el ideal de neosaxitoxina a utilizar en diferentes situaciones clínicas y para diferentes grupos de pacientes”, explicó el doctor Berde.
Podrían pasar algunos años antes de que la sustancia se pueda usar como fármaco, pero los investigadores se muestran ya muy optimistas de su futuro.
“Cuando se industrialice no va a ser a través de un laboratorio chileno sino de una gran compañía internacional que va a comprar la patente, pero es relevante que los anestesistas chilenos quedan a la vanguardia, como profesionales capaces de innovar con productos que después van a ser usados en todo el mundo”, destacó Renato Chacón.