Santiago de Chile, 01 de marzo de 2011. (Conadecus)– Pese a que en general las fusiones de empresas son evaluadas de manera positiva por expertos, pues acarrean efectos favorables para sus propietarios, el mercado relevante y una economía de escala que se traspasa a los usuarios, éstos también advierten de peligros cuando, a raíz de esa unión, se obtiene una concentración que eventualmente podría derivar en monopolios y abusos por parte de la nueva compañía, tanto a sus clientes finales como a sus proveedores.
El tema es importante en la actualidad, sobre todo si se considera que están en marcha dos procesos que involucran a cuatro gigantes con presencia en Chile. Por un lado, en el mercado lácteo Nestlé y Soprole llevaron ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) las consultas para evaluar una alianza estratégica; mientras, en el ámbito de las carnes, Agrosuper tomó el control de Sopraval.
Ambas operaciones han despertado críticas y generado reacciones, y también un interesante debate.
En ese sentido, asociaciones de consumidores, gremios de proveedores relacionados con las respectivas industrias e incluso el gobierno se han manifestado en contra, argumentando con que es preocupante que haya una excesiva concentración y riesgos de abuso de posición dominante, además de una posible falta de transparencia y de establecimiento de precios no justos.
Sobre el caso de Nestlé y Soprole, Eugenio Evans, abogado y socio del estudio Fermandois, Evans & Cía., dice que «para nadie es un misterio que el de Chile es un mercado pequeño, muy competitivo en algunas de sus áreas económicas, en especial el de lácteos y afines. Del mismo modo, tampoco es un misterio que ambas compañías son dos de los grandes actores de ese mercado por lo que la fusión puede ocasionar una concentración peligrosa para la libre competencia y, en especial, para los consumidores».
Sebastián Mathews, académico de la Universidad Andrés Bello, señala que la situación descrita «huele bastante raro, porque las dos son entidades grandes que funcionan en un mercado básicamente concentrado. No permitiría esto sin antes hacer un exhaustivo estudio (…) y ver quiénes pueden ser perjudicados». Agrega que «las dos son firmas líderes en el sector. Por lo tanto, no es una unión cualquiera».
Por ello, ambos coinciden en que el tema debe ser analizado con sumo cuidado por los organismos antimonopólicos. Con esta operación, si se materializa, las firmas involucradas concentrarían más del 50% del rubro, de acuerdo a lo expresado el lunes por el senador DC, Eduardo Frei. «Si se aprueba la integración, ambas empresas lograrían una posición dominante en el principal insumo, la leche cruda, y también en los productos lácteos como las leches líquidas, yogures, mantequilla y quesos, entre otros, con una concentración superior al 50%», planteó el parlamentario.
AGROSUPER Y SOPRAVAL
En cuanto al control tomado de Sopraval, por parte de Agrosuper, Mathews indica que se debe «estudiar caso a caso (…) Si se observara una fusión para fortalecerse en el plano local, creo que hay un escenario bastante complejo tanto para proveedores como consumidores».Sin embargo, manifiesta que, en el contexto actual, donde se distinguen presiones inflacionarias en el mundo por el alza de los alimentos, una sociedad de este tipo puede generar economías de escala y mayor eficiencia -lo que redundaría en menores costos-, que finalmente se traspasen a los clientes.
En tanto, Evans consigna que «no tengo opinión acerca de los efectos que en ese mercado podrá ocasionar una eventual alianza y si hoy existen economías de escala que se estén aprovechando en la producción y la comercialización de los artículos de ambas empresas».
Pese a ello, agrega que un monopolio o una excesiva concentración, sea en el rubro «de alimentos o cualquier otro, es un peligro tanto para los consumidores como para los proveedores y productores que operan en él».
Con todo, y lejos del debate académico, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Hernán Calderón, afirmó recientemente que se estudia presentar acciones en el TDLC o en la Fiscalía Nacional Económica (FNE) para investigar este caso, pues con la absorción de Sopraval, Agrosúper controlaría el 95% del mercado del pavo, el 65% del pollo y el 50% del cerdo.
