Santiago de Chile, 11 de Marzo 2011. (Radio del Mar). Este viernes el país despertó estremecido por las sobrecogedoras imágenes que llegaban desde Japón, donde podían apreciarse los efectos del terremoto de 8.9 en la Escala de Richter y del tsunami que ya ha costado la vida a más de mil personas. El recuerdo del 27 de Febrero de 2010 estuvo más presente que nunca, cuando el país sufrió los embates de un cataclismo parecido. Por suerte, las noticias confirmaron desde temprano que los efectos del tsunami de hoy llegaría a nuestras costas con un impacto menor. Por eso no deja de sorprender la actitud del gobierno que pretende que los ciudadanos se acustumbren a su manera de dirigir el país en base a golpes de efecto.
Cuando todas las señales indicaban que no habría un alto riesgo, el Presidente se preocupó de introducir una cuota de dramatismo. Necesitó mostrar una vez más que era el capitán de las «grandes tormentas» aunque aquí no la hubiera.
Nuevamente salió a competir como ya nos tiene acostumbrados, pues nadie debe dudar que es el mejor gobernante que hemos tenido, el más inteligente, el deportista más ágil, rápido y fuerte que existe en el país y el católico más ferviente. Todo esto reafirmado con la aseveración de que su mandato ha permitido realizar cosas que nunca se habían hecho en el país y que él las ha logrado en sólo un año.
Pero todas esas certezas no le permiten olvidar a los gobiernos anteriores que todo lo hicieron mal y nuevamente aprovechó para atacar al gobierno de Michelle Bachelet, con una vehemencia casi obsesiva, por su actuar en el terremoto del año pasado, olvidando que sus críticas tienen que ver con el caos generado a los pocos minutos del sismo y no como ahora, en que un «evento» menor es anunciado con casi 20 horas de anticipación.
Esa crispación con que maneja todo, gobernando de acuerdo a las coyunturas y arrebatos, con absoluto inmediatismo, también la ha incorporado en la agresividad de su lenguaje, que ya han copiado como estilo la vocera de Gobierno y Rodrigo Hinzpeter Ministro del Interior. Es hora de que no siga y sigan mirando hacia atrás, para desarrollar de verdad, una política con visión de futuro.*****FIN*****
