Santiago de Chile, 17 de marzo 2011. (Radio del Mar). El Presidente Sebastián Piñera, en su frase para el «bronce» de este jueves, tal como tiene acostumbrado al país, no dudó en calificar de «histórica» la visita del Presidente Barack Obama a Chile. Es una calificación un poco difícil de entender, ya que Alfredo Moreno, Ministro de Exteriores, solo ha respondido con balbuceos cuando se le ha preguntado concretamente, cual será el programa de la visita del presidente estadounidense. Parece que los norteamericanos no le han indicado aún de qué se debe preocupar, porque está claro que son ellos los que deciden el cómo, el donde y a qué hora.
Según el Presidente Piñera se tratarán temas de la mayor importancia, tales como el envío de profesores de inglés y se hablará del tema de los Derechos Humanos en América Latina, pero no en Chile.
Obviamente no se hablará publicamente de la critica que tiene la embajada estadounidense, segun Wikiliks, acerca de la forma como los gobiernos de la concertación y la derecha, además de los medios de comunicación tradicionales (Mercurio, Tercera, TVN, Canal 13, Megavisión, Chilevision), han encarado la protesta social Mapuche.
Lo que se puede leer en la monopolica prensa chilena es que se firmará un acuerdo, o algo parecido, sobre «energía nuclear», para ir preparando profesionales que tengan conocimientos en esa área.
Además, de una manera en que todo aparece como turbio, en un «si pero no», o de algo que » todavía no va a ser», se programó a último minuto una reunión del Secretario de Energía Estadounidense en la Moneda, donde podrá estar el popular Biministro chileno, Laurecce Golborne.
La derecha gobiernista se limita a aplaudir, porque, salvo excepciones, se entiende que este es un gran negocio que maneja directamente Piñera y al cual el «lobby» de las gandes compañías mineras no es ajeno.
Los partidos opositores, que dejaron avanzar subterraneamente las politicas de energía nuclear en las administraciones de Frei, Lagos y Bachelet, ahora publicamente rechazan el acuerdo nuclear «Piñera-Obama». Pero este rechazo apareció solo hace algunas horas, despues de que las organizaciones sociales comenzaran su movilización ciudadana contra la energía atómica y especialmente a raíz de la crisis nuclear en Japón.
Pero no hay que llamarse a engaño. Pues este acuerdo que se presenta como algo inocuo y que no se debe confundir con las intenciones reales de los grandes intereses que hay detrás de este negocio, podría ser sólo un pequeño ensayo o una encubierta provocación para apreciar hasta dónde llega la reacción negativa de la ciudadanía a esta negociación de empresarios de la energía y la minería.
Muchos se preguntan «¿Cuál es la real capacidad de convocatoria de las organizaciones de la sociedad civil dispuestas a oponerse a estas prácticas de empresas nacionales y multinacionales?
Además varios analizarán el rechazo a Obama como una formula para conocer cuál es el apoyo político y la capacidad con la que cuentan estas iniciativas para establecer alianzas estratégicas de sectores que se oponen a la energía nuclear y buscan transparentar la real necesidad energética del país. *****FIN*****