Santiago de Chile, 10 de Marzo 2011. (Radio del Mar). Cuando el presidente Sebastián Piñera y sus ministros intiman a los parlamentarios de oposición para que aprueben de forma inmmediata determinados proyectos de ley, está ejerciendo una «presión indebida» sobre otro poder del Estado. La excusa de que cada proyecto que envía es fundamental para el país y su vocera Ena von Baer acusa a quienes realizan planteamientos al respecto de ser antipatriotas y no querer «lo mejor para los chilenos», en muchos casos se acerca al límite de lo políticamente tolerable.
Hemos visto que esto que ya se ha transformado en costumbre y que también en cada discurso de Rodrigo Hinzpeter Ministro del Interior, hasta cuando inaugura «un centro de madres», está generando un clima político que no le hace bien al país, pues en muchos casos como la Ley de Reforma a la Educación, la descalificación comienza aún antes de que el Proyecto sea enviado al Congreso.
Un nuevo ejemplo de esto, fué en el día de hoy al anunciar el envío de la iniciativa destinada a efectuar un indulto masivo para las personas detenidas en cárceles chilenas. Mientras Von Baer llama a un «acuerdo nacional» para aprobarlo, el Presidente lo envía con discusión inmediata, lo que implica un máximo de tres días de tramitación en la Cámara de Diputados y el Senado, el Ministro de Justicia Felipe Bulnes comunica que se retira del mismo los factores de 80 años de edad y enfermedades terminales como causales para acogerse al beneficio, el Presidente no excluye a nadie y menos hace la distinción entre civiles y militares acusados de crímenes de lesa humanidad.
Pero la confusión parece acrecentarse, pues pese a las exigencias a la oposición, aún no hay acuerdo en las filas parlamentarias de gobierno, pues los Diptados UDI Gonzaló Arenas e Ignacio Urrutia, consideran «altamente irresponsable» lo que se plantea, pues va contra los principios de lo expresado por la Alianza, que prometió poner «fin a la puerta giratoria» y hoy quiere abrir las compuertas para que miles de personas condenadas queden en libertad inmediata.
No parece lo más sano para la democracia, el pretender que el Congreso Nacional actúe con una obsecuencia total, pues esa forma de legislar se acerca peligrosamente a la que existe en países con regímenes autoritarios. ¿Es posible que alguien pueda aconsejar al Presidente para que no sobrepase los límites de «velocidad permitida»? *****FIN*****