Santiago de Chile, 18 de Abril 2011. (Radio del Mar). En muchas oportunidades, las autoridades nacionales deben ser cuidadosas al emitir declaraciones que responden a determinadas circunstancias y coyunturas, y que podrían ser de gusto del gran público. Hace pocas semanas, Carolina Schmidt criticó duramente la elección del Presidente de la ANFP-Asociación de Fútbol Profesional por registrar antecedentes judiciales de violencia intrafamiliar y manifestó que «se debía ser más cuidadoso al elegir a las personas para ocupar cargos de esa importancia». De manera parecida, Evelyn Matthei Ministra del Trabajo, fué muy firme para opinar con respecto a empleadores que abusan de sus trabajadores.
Ahora, ante uno de los nombramientos más recientes del actuaserl gobierno, no han dicho una sola palabra. Después de una bullada y con amplia cobertura periodística usada como maniobra para renunciar a su cargo en el Ministerio Público, el ex Fiscal Alejandro Peña Ceballos, fue nombrado en el Ministerio del Interior como Jefe del Departamento de Estudios. En este caso, las ministras del Sernam y la del Trabajo, obviaron, porque no pueden ignorarlo, que este señor, el ex-Fiscal Peña, tiene varias acusaciones por violencia intrafamiliar y se encuentra acusado ante la Organización Internacional del Trabajo, por acoso, abuso y violación de derechos y fuero laboral de sus funcionarios, por lo cual fué también sumariado por su Institución, el Ministerio Público.
Pero nada de eso parece importar, después de haber cumplido con creces las órdenes recibidas por Hinzpeter y de haber montado con «exito» el show del terrorismo local, deteniendo y haciendo procesar a innumerables personan involucrándolos o vinculándolos en un supuesto «caso bombas», que sólo se mantiene vigente por la complicidad de los medios de comunicación.
Pero este nuevo funcionario de gobierno, para quien no se hace obligatorio postular a través del Sistema de Alta Dirección Pública, llega a Interior con poderes y atribuciones excepcionales, que lo transforman en un verdadero Zar de todo lo que pueda semejarse o tener olor a alteración del orden público. Tendrá poderes de investigar como si fuera la ANI-Agencia Nacional de Inteligencia, todo lo que el considere una potencial amenaza al orden público. Todo esto era facultad de las Intendencias, pero ahora existe una nueva oficina para estas situaciones.
Por eso, en su definición de funciones que poco tienen de «estudio» y más parecen de carácter operativo, «podrá catastrar y monitorear conflictos sociales y huelgas en cualquier parte del territorio que puedan tener impacto en el orden público» y controlará por el mismo peligro a «organizaciones, laborales, ambientales y sociales». Por último y como forma de darle un poder absoluto sobre todo lo que no guste al Presidente Píñera y su Ministro, será él quien autorizará o prohibirá «marchas y manifestaciones públicas que puedan tener algun impacto en el orden establecido» o molestar a las autoridades.*****FIN*****
