Por: Angel Saldomando
30 de Junio 2011
A la pregunta de la periodista de euro news ¿hay plan b para Grecia? El director interino del FMI, sonrió enigmáticamente y respondió “Estamos trabajando por el éxito”. Se refería al plan de ajuste, el único posible según la UE y el FMI, con el que pretenden que Grecia, viva o muerta, pague y se limite el efecto expansivo de la crisis por la exposición de bancos franceses y alemanes. Es la condición para darles un nuevo paquete de ayuda y evitar la bancarrota. Con el cuchillo al cuello gobierno y parlamento griego deben capitular frente al ajuste pero la mayoría de la sociedad lo rechaza.
Con el agua al cuello
Grecia está como un barco herido bajo la línea de flotación, se está hundiendo y sus tripulantes patalean con el agua al cuello. La deuda externa llega al 150% del PIB, 355 mil millones de euros. El desempleo por encima del 16% de la población activa y la economía en recesión de 5% de caída. Y en el corto plazo tiene que pagar 12 mil millones de euros. La primera fase del ajuste ha sido brutal, caída de salarios, pensiones, gasto social y recesión. Y la segunda exigida por la U.E y el FMI, es aun peor. Privatización masiva de bienes y empresas públicas, más recortes en el sector público y en los beneficios sociales, mas presión fiscal sobre los salarios y aumento del IVA al 23%, si alguien queda vivo después de eso, serán quizá los bancos pero nos los griegos.
Está receta ortodoxa responde a los intereses financieros, como ya se probó en todos los planes de ajustes, que en América Latina conocimos muy bien y de los que poco a poco hemos ido saliendo. Pero quebrar sociedades periféricas no es lo mismo que descuartizar un país dentro de la zona euro, aunque Grecia le ha tocado el papel de periferia de esta zona.
Los gobernantes europeos están entre la espada y el euro, quieren salvar el sistema financiero la moneda y el modelo económico, la cuestión es que estos llegaron a un punto de desfuncionalidad total. El sistema financiero desregulado tiene un sistema irresponsable de rentabilidad, la moneda esta prisionera de una valorización extrema que penaliza la economía real para mantener el valor de los retornos de acciones y productos financieros y el modelo económico de la zona euro, agotadas además las ayudas compensatorias, esta mostrando que no es viable para todos.
Grecia tiene que hacer reformas cierto, pero en dirección de volver a una realidad manejable acorde con la estructura del país, sanear las finanzas públicas y aplicar una austeridad selectiva, que incluye descomponer la deuda de acuerdo a esa realidad y esa prioridad. Nada de eso recomienda la UE y el FMI, aunque algunas voces y particularmente la sociedad Griega la reivindiquen pero ¿Quién los quiere escuchar?
Para quien se gobierna
La situación de Grecia pone al desnudo el grave problema de legitimidad y legalidad de las decisiones de la U.E , de la propia Grecia y de otros gobiernos como el de Islandia, que terminó por decidir en referéndum exigido por la sociedad, no pagar la deuda y procesar legalmente a sus banqueros y responsables políticos. No está muy lejos esto del que se vayan todos con que la sociedad argentina obsequió a la dirigencia política en 2000 y 2001.
Elena Salgado, alta funcionaria del gobierno de Zapatero, dijo textualmente y reproducido por el diario el país, al referirse al plan de gobierno, son “reformas que los mercados terminaran por valor positivamente” Increíble, no es para menos, en efecto las cuatro principales empresas internacionales de notación amenazaron a la U.E. con hacer caer las calificaciones de la deuda de España y Portugal si no le apretaban el cuello a Grecia y deslindaban a los bancos privados de ayudar en el salvamento. Increíble.
Pero ¿quiénes son estos todopoderosos mercados para los cuales se gobierna? La lista incluye empresas de notación y gestión de fondos, traders, bancos y algunos grandes grupos transnacionales, es todo. En esos mercado de los que habla Salgado no entran los consumidores los trabajadores, lo ciudadanos así que aunque son los que votan no se gobierna para ellos. El movimiento de indignados de España y la revuelta silenciosa de Islandia lo han dejado en claro. La democracia hace agua si no recobra el equilibrio entre legalidad y legitimidad.
En este contexto sorprende la saña desplegada en Grecia por parte de los mercados y sus gobiernos. Un lenguaje y exigencias durísimos. Que tiene Grecia, ¿Productos estratégicos? ¿Centro financiero mundial? Nada de eso. Le ha tocado el papel de experimentar el papel trágico de ser justamente un país del borde de Europa, al que no se le puede permitir que su crisis ponga al descubierto todo lo que va mal en el modelo europeo. Asi que en el centro del poder financiero la consigna es sangrar a Grecia. Algo similar ocurrió con México, Brasil, Argentina junto con el resto del continente, cuando representaban la mayor exposición de los bancos estadounidenses. Esa fue la famosa década perdida de los 80 de la que apenas se está saliendo 20 años después.
¿Y donde están los economistas?
En América Latina se combatió el ajuste liberal y el consenso de Washington casi desde el inicio pero hubo también que esperar mucho tiempo para hacerlo retroceder. Hasta que Benardo Klisberg, reconocido economista pro equidad, declarara hace unos días que “la ortodoxia ha sido derrotada”. Tengo mis dudas, pero en Europa al menos había detrás de la economía una cierta idea de pacto social. El ajuste impuesto en Grecia está barriendo con todo eso. ¿Dónde están los economistas alternativos, los de los foros sociales, Alter mundialistas y de agencias onusianas cuya misión es promover el desarrollo sostenible? Pocas voces se han levantado. ¿Será porque es Europa? ¿Y que los discursos son solo para la exportación?
Grecia es el retorno de la ortodoxia errónea y agresivamente ideologizada por los liberales y el sistema financiero, justo cuando la habíamos hecho retroceder. Y aunque no fuera nada mas que por eso Grecia es el teatro de una batalla que la trasciende.