Por: Julián Alcayaga O.
Economista
19 de julio de 2011
Desde hace ya más de un año he sostenido que el Sr. Diego Hernández y todala cohorte de ejecutivos de diversas transnacionales mineras que hoy estánen el Directorio, la presidencia, vicepresidencias y diversas gerencias deCODELCO, llegaron a la Corporación para conseguir lo que siempre hanperseguido, su privatización.
También he sostenido que esta privatización se llevará a efecto destruyendola empresa por dentro, endeudándola, y vendiéndola por partes. CODELCO nopude ser privatizada por ley porque se requiere una reforma constitucional
para lo cual el gobierno no cuenta con los votos necesarios.
El plan de inversiones revelado por el Presidente Ejecutivo está concebidopara endeudar inútilmente la empresa. Considera invertir unos 16 milmillones de dólares en los próximos 10 años, mediante el endeudamiento. El
objetivo de esta cuantiosa inversión: mantener la producción actual oincrementarla ligeramente. Este es un claro indicio de destrucción de laempresa, por la siguiente razón. Las mineras extranjeras han invertido entotal alrededor de 20 mil millones de dólares desde 1990 a 2010, peroaumentaron la producción en 3,7 millones de toneladas, es decir queinvirtieron 5.400 dólares por tonelada producida. Pero Diego Hernández deseainvertir 16 mil millones de dólares, mediante endeudamiento, solo paramantener la misma producción. Es muy posible que toda esa inversión larealicen empresas contratistas, amigas de los amigos. Tan colosal inversiónpara objetivos tan menguados, no puede sino tener un solo objetivo: endeudarla empresa para destruirla desde adentro.
En cuanto a la privatización por partes ya la comenzaron con la venta deEdelnor, del yacimiento Inca de Oro y la proyectada venta de Minera Gaby.
Existe otra forma de destruir la empresa: consiste en perder dinero en losmercados de futuro del cobre. No todo el mundo pierde, desde luego, porquelo que CODELCO pierde lo puedan ganar nuevamente empresas amigas de los
amigos.
El 25 de marzo pasado, en la presentación de los resultados de CODELCO parael ejercicio 2010, su Presidente Ejecutivo Sr. Diego Hernández no dijo unapalabra de posibles pérdidas en los mercados de futuro. Deduje que dichaspérdidas podrían existir al comparar los resultados de los ejercicios 2009 y2010. Tomando *la producción y el precio* observados el 2010, *los ingresospor ventas de este ejercicio son inferiores en por lo menos tres mil
millones de dólares,*.a lo que se debiese constatar. Deduje que esa “rara”caída de los ingresos por venta se debía a pérdidas en los mercados defuturo, ya que *estos se contabilizan, -extrañamente y de una manera extracontable- como disminución de las ventas*, sin ser reflejados en ningún ítemdel Estado de Resultados.
Para comprobar que estas deducciones eran correctas, encontramos -con laayuda de un contador auditor- a analizar la Memoria de CODELCO para el año2010, depositada en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
Pudimos comprobar que nuestras sospechas eran ciertas. Al analizar las Notasa los Estados Financieros, comprobamos que por el año 2010 haycontabilizadas pérdidas en mercados de futuro contabilizadas por 1.042
millones de dólares, y que además existen otros 2.316 millones de dólaresexpuestos o aprovisionados como *pérdidas* para los ejercicios 2011 y 2012.
Sin embargo, los organismos encargados de fiscalizar y auditar estos estadosfinancieros, – auditores independientes, Deloitte, la Superintendencia deValores y Seguros, Cochilco, o el Servicio de Impuestos Internos no habíandetectado ninguna pérdida en estos mercados. Es más, al final de la Memoria2010, existe una Declaración de Responsabilidad del Directorio, sin ningunamención a dichas millonarias pérdidas.
¿Cómo pueden estas instituciones decir que no fueron capaces de detectarestas pérdidas, si nosotros, con menos recursos, pudimos encontrar lainformación en la Memoria de CODELCO depositada en la SVS?.
*E*l pretexto para efectuar operaciones en los mercados de futuros demetales, es que ello se hace para *proteger los precios de las fluctuacionesdel mercado* y minimizar los riesgos financieros. Sin embargo, en loshechos, en un mero pretexto técnico o financiero para *realizartransacciones en las que deliberadamente se pierde dinero a favor deescogidos operadores* de esos mercados. “Proteger” el cobre de lasfluctuaciones de precios sería concesible si en el tiempo hubiesen pérdidasy ganancias, y que al final de un ejercicio contable, *las pérdidas fueranmarginales.* Pero ello no es así. Las pérdidas son colosales y durante el2010 CODELCO solo supo perder, pero jamás ganar.
Por lo fraudulento de las pérdidas en los mercados de futuro, y suutilización para el traspaso doloso de utilidades entre empresasrelacionadas, llevó al FMI a recomendarles a los países subdesarrolladoslegislar para reintegrar este tipo de pérdidas como *“gasto no necesariopara producir la renta”.* ¡Desde hace ya más de 30 años!
Lo extraño de todo esto es que las actuales autoridades de CODELCO, tanto enel Directorio como en la Presidencia, Vicepresidencias y gerencias, sonocupadas por *los profesionales más expertos y con más vasta experiencia *quehaya jamás había tenido CODELCO, y no pueden alegar que se equivocaron ensus análisis de mercado. Precisamente porque son los mejores expertos.
Solo nos queda esperar que los operadores o *empresas que ganaron lo que
CODELCO perdió*, no estén relacionadas con BHP Billiton, Anglo American, Rio
Tinto, Xtrata, empresas de donde proviene la mayor parte de los actuales
ejecutivos superiores de la Corporación.
Ante la imposibilidad del apoyo del Congreso para privatizar CODELCO, (¡Diosme oiga!), las brillantes mentes que hoy dirigen la empresa, crearon unanueva forma de privatizar con la venia del Ministro Goldborne: destruirCODELCO desde adentro. Eso está en marcha, pero felizmente los trabajadoresde CODELCO y el país están despertando de un largo sopor.