El cambio de gobierno que se perfila en Trípoli genera una gran preocupación en África. En una declaración de 200 artistas, científicos y políticos, Francia, Estados Unidos y Reino Unido son calificados de “Estados canallas”.
La salida del líder Muamar al Gadafi inspira “el serio temor a un nuevo colonialismo”.
La iniciativa “Africanos preocupados”, que incluye, entre otros, al escritor Wally Serote y al ex ministro de los Servicios de Inteligencia sudafricano Ronnie Kasrils, expresa claramente lo que piensan muchos miembros de las elites africanas, informó DPA.
El presidente sudafricano, Jabob Zuma, acusa a la OTAN de haber “abusado” de la resolución de la ONU para la protección de la población en Libia con el fin de provocar el cambio de gobierno. Asimismo considera que con el “plan africano” para Libia se habría evitado la muerte de muchos civiles.
“La OTAN violó el derecho internacional, tenía en vista el cambio de gobierno en Libia”, asegura el profesor de política Chris Landberg, uno de los “africanos preocupados”. El “imperialismo” vuelve con “violencia y brutalidad”, se quejó la influyente Liga Juvenil del partido de gobierno sudafricano ANC.
El vicepresidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, retomó la convocatoria de los grupos de izquierda de llevar a la OTAN ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por presuntas violaciones a los derechos humanos. La pregunta es si el tribunal tiene la voluntad y la capacidad de “hacer que los responsables rindan cuentas, inclusive los comandantes de la OTAN en el lugar”, dijo en una interpelación al respecto en el Parlamento en Ciudad del Cabo.
Motlanthe apuntó que la intervención de la OTAN en las operaciones de los rebeldes, no prevista en la resolución de la ONU, dificultará en el futuro cada nueva resolución de Naciones Unidas para intervenir. Sudáfrica es actualmente miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Solo después de una intervención del primer ministro británico, David Cameron, ante Zuma se logró el jueves (25 de agosto) que Sudáfrica desistiera de su rechazo en el Consejo de Seguridad a la liberación de los bienes de Gadafi congelados. Zuma y otros líderes africanos siguen creyendo que podría haber una “solución africana” para Libia.
Para los jefes de Estado africanos no hay nada más sagrado que la “soberanía” de sus países. Lo que los líderes de África entienden por ello puede apreciarse en Zimbabwe o Madagascar. En ambas naciones la Unión Africana (UA) se mantiene pasiva desde hace años mientras hay gobernantes autocráticos que reprimen a sus pueblos.
Mientras se esperaba que en la nueva cumbre de la UA, en Addis Abeba, Etiopía, se esperaba una nueva declaración crítica hacia Libia, países como Kenia y Nigeria reconocían al gobierno de los rebeldes.