23 - noviembre - 2024

Desde Uruguay dicen: escuchar a Chile para no equivocarnos

Santiiago de Chile, 18 de Agosto 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). La derecha uruguaya, como tantas otras, no soporta a los estudiantes movilizados. Hoy la dirigencia de los blancos y colorados sigue teniendo los mismos prejuicios que en la década del 60 con la Universidad autónoma, estatal y republicana.

Cualquier reunión internacional de estudiantes, más si se hace en nuestro país, es rechazada epidérmicamente por nuestros partidos tradicionales, que siempre identifican a un estudiante gritando en las calles con la subversión.

Por eso, la reciente reunión de la Oclae mostró el malestar de blancos y colorados con ese encuentro, pues las corrientes que los representan son minoritarias dentro del ámbito estudiantil de la Udelar.

Es que los jóvenes dirigentes de los viejos partidos en la Universidad no soportan que las muchachas y muchachos estén en contra del imperialismo o que sus reuniones, como la del CLAE en Montevideo, tengan un componente festivo, en el que la ideología, la alegría y hasta el amor se transformen en una sola bandera.

No, para nuestras nuevas generaciones de los partidos tradicionales, para ser científico y académico hay que ser pacato, creyente en el mercado, bien vestido y no tener opinión sobre Fidel, Chávez, los rebeldes de España y los de Egipto e Israel. Tampoco sobre Obama, no vaya a ser que un día descubran que no es tan conservador como muchos creen. Es que hay que ser como los jóvenes de todo el mundo que se concentraron en Madrid para recibir al Papa y esgrimieron como ícono fundamental el hecho de no tomar cerveza con alcohol, cuando en sus casas y en sus propias intimidades saben distinguir el mal alcohol del bueno.

Parece increíble que las corrientes progresistas de la dirigencia blanca y colorada no hayan tenido, en estos últimos meses, un solo mensaje de solidaridad con el movimiento estudiantil chileno, cuya única aspiración es que la enseñanza no sea un producto del mercado, donde para acceder al conocimiento hay que aceptar la lógica del lucro.

Las autoridades de las universidades privadas de nuestro país se han llamado a silencio por lo que se está procesando en Chile, sin que se manifiesten sus autoridades, sus cátedras y sus estudiantes. Los uruguayos nos sabemos si están del lado del lucro o si están del lado de la protesta chilena.

En cambio la escritora chilena Isabel Allende dijo que «La alternativa de una educación de calidad y gratuita es una demanda básica. Y el lucro es parte del sistema neoliberal, que ya no funciona». «Los jóvenes están haciendo una revolución cultural», agregó.

Si alguien cree que este debate chileno es ajeno a nuestra realidad, se equivoca. Puede ser que los estudiantes uruguayos estén viviendo una siesta de inquietudes desde el punto de vista colectivo, pero una observación detallada nos permite percibir que las inquietudes de nuestros muchachos no son muy distintas a las que tienen quienes viven detrás de los Andes.

Hoy en Uruguay hay políticas, por cierto acertadas, para los sectores más humildes de la sociedad. Pero no hay señales claras para apoyar a los sectores de las capas medias que están dispuestos a competir en la pugna por la sociedad del conocimiento.

Si a nuestro país se le desprenden estudiantes del sistema educativo, se pone en peligro el futuro de la propia sociedad. Por eso la Udelar, el Codicen y el Estado deben jugar fuerte para no perder una masa de estudiantes que es imprescindible para construir un Uruguay de primera.

Hay que escuchar a Chile, para adelantarnos a nuestros problemas del futuro inmediato. Ese es el desafío de las sociedades latinoamericanas.*****Fin*****

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