Santiago de Chile, 2 de Septiembre 2011. (Radio del Mar-Diario El País, España). El máximo jefe de la policía uniformada chilena, el director general de Carabineros, Eduardo Gordon, ha presentado en La Moneda su dimisión al presidente Sebastián Piñera, quien se la aceptó, después de que un medio periodístico lo acusara de intervenir en el informe de un accidente de tráfico a favor de un hijo suyo, y de que un suboficial de la institución matara la semana pasada de un disparo a un alumno de enseñanza media, de 16 años, durante la represión a las protestas del conflicto estudiantil. Gordon es el décimo carabinero y segundo general que sale abruptamente de la policía desde el asesinato del joven Manuel Gutiérrez en la noche de pasado jueves 25.
*»He estimado esta mañana, sin rendirme, hacerme a un lado, y he pedido al presidente de la República (que acepte) mi renuncia. Conversé con él, y él la ha aceptado», sostiene el general Gordon al terminar su reunión de más de una hora con Piñera y el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Gordon ha explicado a la prensa que ahora dedicará más tiempo a su salud, ha negado los cargos en su contra y ha afirmado que «jamás ha interferido» con algún procedimiento policial.
La salida de Gordon se esperaba en medios políticos, después de la controversia que desató la actuación policial en la represión a los manifestantes. Al día siguiente del crimen del joven Gutiérrez, el segundo jefe de Carabineros, general Sergio Gajardo, negó que hubiese funcionarios de la institución comprometidos con el crimen de Gutiérrez y descartó de plano una investigación interna de los hechos. Tres días después, cuando un sargento fue identificado como el autor del disparo, Hinzpeter pidió la dimisión de Gajardo y en dos días nueve carabineros fueron dados de baja, incluido un prefecto.
Aunque Gordon ha dicho que habían sido engañados y ha pedido que los que «hayan hecho mal uso del uniforme» salieran de la institución, las críticas arreciaron en su contra. El golpe de gracia al jefe policial se lo propinó el jueves el Centro de Investigación Periodística (CIPER), que acusó a Gordon de intervenir el año pasado a favor de su hijo Eduardo Ignacio Gordon, después que este chocara con una camionera el auto de una estudiante y se fugara, para eliminar su nombre del parte (informe) policial. En la comisaría hicieron dos partes, y el segundo omitió el nombre del hijo del general director de Carabineros.
Tras conocer la denuncia periodística, Hinzpeter, quien sorteó esta semana una acusación constitucional que levantó en su contra la oposición de centroizquierda, la Concertación, y el partido Comunista por su responsabilidad política en la represión de la policía militarizada contra los estudiantes, le pidió a Gordon que informara ayer por escrito sobre la veracidad o falsedad de la acusación. Después de acudir a La Moneda y reunirse con Piñera y Hinzpeter, el general optó por el camino de presentar su dimisión.
La actuación policial durante el conflicto estudiantil, que tiene en jaque al gobierno desde hace más de tres meses, ha sido criticada por los manifestantes y la oposición. Al reprimir, los carabineros no han distinguido entre las grandes mayorías que se manifiestan pacíficamente y los pequeños piquetes de grupos bien organizados que buscan el enfrentamiento callejero. Algo similar, e incluso con mayor violencia, se ha observado en las intervenciones de la policía militarizada durante el conflicto mapuche, en el sur del país.
El exsuboficial de carabineros Miguel Millacura, detenido por haber disparado contra Gutiérrez, en un sector de clase media del oriente de Santiago, donde las manifestaciones eran pacíficas el jueves pasado, sostuvo en sus declaraciones a la fiscalía que otros dos policías dispararon. Un adulto se presentó a la justicia con una bala alojada en un hombro, y ayer se realizó la reconstitución de escena del crimen. «No hubo ninguna intención de matarlo», afirmó Millacura durante la diligencia de la justicia militar, que encabezó la fiscal Paola Jofré.*****FIN*****