Por: Omar Pérez Santiago
27 de septiembre de 2011
La indignación de los consumidores que se vieron afectados por el masivo corte de luz el sábado 24 de septiembre a las 8:30 horas de la noche y que afectó a 10 millones de chilenos desde Coquimbo al Maule, es absolutamente comprensible. Y son absolutamente reales las dudas de los consumidores sobre los eventuales pagos de multas y compensaciones del oligopolio. Es natural además que no tengan esperanza en ser recompensados los dueños de supermercados, minimarkets, restoranes, tiendas, clínicas, farmacias, cines, teatros y kioscos. En los últimos 18 meses han habido 4 apagones, y las empresas eléctricas aún no han pagado un solo peso de multa, sino que recién están siendo multados por los apagones del 2003 y 2004.
ENERSIS provoca apagones en Chile, Buenos Aires, Lima y en Río de Janeiro
Casi todos estos apagones se han producido en el SIC (Sistema Interconectado Central), que va de Taltal a Chiloé, propiedad mayoritaria de Endesa, filial de Enersis, una corporación multinacional.
Y como es una corporación multinacional, los apagones de Enersis no son exclusividad chilena. Los apagones se repiten en Buenos Aires. Desde hace más de 10 años, los argentinos empezaron a sufrir con Enersis, cuando Edesur –controlada por esa firma– dejó sin luz durante diez días a buena parte de la la gran capital. Los apagones se reiteran desde entonces en Argentina.
Y en Río de Janeiro, los cariocas han tenido la misma experiencia. Allí, la distribuidora eléctrica local es la Companhia de Electricidade do Río de Janeiro (CERJ), controlada también por Enersis. La repetición de los apagones en Río llevó a que miles de usuarios se sumaran a una campaña por Internet donde cuentan los daños sufridos por la falta de luz.
Lo mismo ha ocurrido en Lima Perú, donde la filial de Enersis es la Empresa de Distribución Eléctrica de Lima Norte S.A., Edelnor, entidad concesionaria del servicio público de electricidad para la zona norte de Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, así como las provincias de Huaura, Huaral, Barranca y Oyón.
Enersis: corporación transnacional sin voluntad de servicio
El colapso eléctrico es de exclusiva responsabilidad de Enersis y de los gobernantes que entregaron la electricidad del país a un oligopolio transnacional. Es el modelo energético dejado en manos de empresas multinacionales. El mercado eléctrico en Chile en su generación, transmisión y distribución es controlado en su totalidad por capitales privados multinacionales.
El organismo del Estado que participa en la regulación del sector eléctrico en Chile, la Comisión Nacional de Energía (CNE), sólo ejerce funciones de regulación, fiscalización y de planificación indicativa de inversiones en generación y transmisión. Es decir, es sólo una recomendación no forzosa para las empresas. Es decir, la política energética está sujeta a la voluntad de manos privadas, cuyos intereses o raíces no son, por lo demás, nacionales. Sus inversiones son marginalistas desde el punto de vista económico, es decir, mínimo costo, pues están en función de sus rendimientos privados, no de los intereses de la nación, ni de una planificación técnica orientada al bienestar ciudadano. Por eso, el oligopolio tiene bajos controles de rutina, inspección que se debilita cada vez más como consecuencia de la exoneración de los cuadros capacitados y los equipos de emergencia.
Por eso el modelo es vulnerable.
¿Simples fallas de Enersis?
Enersis es una corporación multinacional que ha colocado a los chilenos en un momento de suma gravedad para la seguridad nacional y deja a gran parte del país incomunicado y desprovisto de energía y nadie sabe las razones de este apagón. Es más, el gobierno se demora más de una hora en entregar una versión oficial sin entrega las causas del colapso y se remite a repetir lo que todos saben y están viviendo: “hubo un apagón… estamos investigando…”.
El gobierno podrá llevar todas las investigaciones posibles. Pero el modelo continuará en manos de esa corporaciones multinacionales que no cambiarán y que solo se limitarán a cumplir el débil y flexible marco regulatorio que siempre favorece a los conglomerados, nunca al país.
La voluntad política no existe para mejorar este sistema estratégico clave para el país. Basta sólo revisar a quienes están ligadas a Enersis dentro del país, para saber que los mismos que dicen querer regular, están histórica, familiar, política y económicamente, ligados a estas grandes corporaciones transnacionales. Es la llamada Red Transversal del Poder y sus mecanismos corruptos de imposición de los intereses económicos, que usando el maquillaje de la RSE obtienen una positiva valoración de su gestión, aunque todos los informes técnicos tengan evaluaciones negativas. Esa Red del Poder multinacional legisla nacionalmente para favorecer a las trasnacionales y para difamar a los líderes ciudadanos y sociales. Así se impone la primacía de los intereses de las grandes multinacionales sobre los derechos de la población.
Así, Enersis ha incrementado sus ganancias, durante todos estos años en Chile y en América Latina.
Omar Pérez Santiago es escritor y secretario ejecutivo de la Liga Ciudadana. Ha publicado recientemente Nefilim en Alhué y otros relatos de la muerte (Mago Editores).