El film El Quinto Poder se estrenó el año pasado, dirigido por Bill Condon (La saga Crepúsculo), donde retrata a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, con la extraordinaria actuación de Benedict Cumberbatch paseándose y festeando por el mundo, mientras recoge información secreta que filtran los hackers de todo el orbe.
La película muestra un enigmático y egocéntrico fundador de Wikileaks, que ahora se encuentra asilado en la embajada de Ecuador, con el característico pelo cano, el protagonista parece un espejo de su personaje.
El quinto poder también es el retrato de la amistad y fobias comunes, entre dos emprendedores sociales, y los celos y el control de poder interno, entre Assange y su exsocio, Daniel Berg, actuado por Daniel Brühl (Good bye Lenin!, Malditos bastardos )
Aunque la película ha sido catalogada por el propio Assange como una película tendenciosa, pues lo pone como megalómano, mesiánico y manipulador, es de todos modos, una película que inquietará a todos los que hacen hoy periodismo digital, periodismo ciudadano y sobre los reales riesgos. Como la amenaza latente: “No puedes exponer los secretos del mundo sin el riesgo de exponerte a ti mismo”
Y aunque la película pone a Assange como irresponsable de la información que maneja, frente a los cuerdos editores de los diarios The New York Times, The Guardian, el semanario alemán Der Spiegel, y el bendito gobierno de los EE.UU., la película no puede dejar de reflejar la actitud de pánico del poder ante las filtraciones del manejo de su propio poder y lo que les incomoda del llamado, Quinto Poder.