“Nuestros sueldos son una burla”, afirma Liliana Ramírez, auxiliar, vendedora y empaque de la farmacia Cruz Verde de Condell con Bellavista, en Valparaíso. Los trabajadores y trabajadoras del gran conglomerado que posee más de 590 establecimientos a lo largo de Chile, se encuentran movilizados demandando mejoras en las condiciones de trabajo y un aumento salarial que no se produce desde hace 25 años, según expresan las pancartas instaladas fuera del local.
“La oferta de la empresa es una burla porque ofrece un aumento de dos mil pesos. Quieren subir el sueldo pero bajar las comisiones y al final vamos a quedar en las mismas; no es un alza real de nuestro sueldo”, cuenta la trabajadora, quien se desempeña hace 16 años en la empresa.
El sistema de comisiones y la extendida práctica conocida como “la canela”, hacen que el sueldo de quienes trabajan en Cruz Verde, se someta a la lógica de ofrecer forzosamente ciertos productos a la clientela, para poder incrementar así la remuneración del trabajadora/a a fin de mes.
“Tenemos que vender productos adicionales para poder incrementar nuestro sueldo, y a ellos (la farmacia) les interesa que se vendan, entonces están diciendo “Ud. no vende, Ud. vende poco”, y eso es un hostigamiento. Existe también un engaño a los clientes; hay productos que son con comisión, tenemos que preferir esos productos por sobre otros”, dice la trabajadora.
La canela es en la práctica una comisión o estímulo en dinero que el dependiente recibe por vender un producto de determinado laboratorio, ocultando a la clientela, la mayoría de las veces, la existencia del mismo medicamento a un valor más económico, como por ejemplo los genéricos o bioequivalentes.
La Ley de Fármacos -que entró en vigencia en febrero de este año-, prohíbe esta práctica ilegal, por la que el Instituto de Salud Pública ya había multado en 2009 a tres cadenas de farmacias: Cruz Verde, FASA y Salcobrand.
Sin embargo, a todas luces, ni la canela ni la presión de la comisión por ventas, ha desaparecido de los mostradores de las farmacias: “hay productos de ciertos laboratorios que le pagan a la farmacia por vender una cantidad y le dan un monto y a nosotros nos pagan por vender cierta cantidad de productos de ese laboratorio que están seleccionados. Si no los vendemos, no ganamos”, dice Liliana.
“Queremos un sueldo fijo y no que dependa de las comisiones. Nuestro sueldo a fin de mes es una sorpresa, ni siquiera es transparente que a fin de mes podamos ver lo que realmente ganamos”, agrega.
Otra trabajadora del local cuenta la situación en que laboran: “trabajamos a veces más de 10 horas, estamos de pie, y nos obligan a vender los productos adicionales. Por vender 40 mil pesos de esos productos, nos ganamos mil seiscientos pesos, es una burla. Tenemos que vender un stock diario y hay que ofrecer marcas propias primero, y además hay concursos, que son los que más dejan”.
En Cruz Verde trabajan 5 mil personas, de las cuales 840 se encuentran sindicalizadas. ”El resto de la gente, incluso la más antigua, tiene miedo y no se inscribe en el sindicato, tienen miedo, pero están de acuerdo con la huelga”, dice Liliana.
Otro tema que preocupa es que quienes están reemplazando a los trabajadores movilizados, son personas sin preparación ni experiencia, señala Liliana: “la gente que está en los locales y que nos está reemplazando, no tiene el carné del Servicio de Salud, hay gente que tiene un mes trabajando, ni siquiera tienen el curso de auxiliar de farmacia”, denuncia.
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Fuente: LA RADIONETA
Por Natacha Gómez-Barahona
[Corresponsal exclusiva para La Radioneta]