Por: Marco Muñoz Ortiz, arquitecto.
02 de junio de 2014
Extracto de presentación sobre Patrimonio y Gestión. En Gran salón Ex congreso Nacional día 31 de mayo 2014.
En Chile existe una serie de buenas prácticas en relación a la gestión patrimonial. las cuales han trabajado con y para la comunidad. Realizando catastros, monitoreos y correcciones a los instrumentos iniciales a partir de la experiencia.
Hoy es el momento para metodizar estas buenas practicas, realizando un trabajo colaborativo y participativo, entre comunidades patrimoniales y estamentos técnicos.
Entendiendo, por comunidades patrimoniales al constructo entre las comunidades de conservación histórica, los propietarios de los inmuebles y a sus autoridades político administrativas. Y por estamentos técnicos, a asesores patrimoniales, municipales, provinciales, regionales, fundaciones, universidades, institutos e instituciones gubernamentales.
Nos encontramos con una oportunidad nunca antes vista, las comunidades patrimoniales empoderadas, las autoridades llanas y con propuestas para hacer del patrimonio el hilo conductor de nuestra historia. Razón por la cual, es indispensable crear este espacio de discusión, donde el eje central, sea la conservación del patrimonio para futuras generaciones.
Solo éste espacio de discusión, hará que las intervenciones de su puesta en valor sean duraderas en el tiempo. Entendiendo que lo que hoy pueden salvaguardar las comunidades, en 10 o 30 años, nuevamente será cuestionado por la movilidad del mercado inmobiliario, o por ser un escollo para desarrollos futuros.
Hoy, existen las instancias administrativas y normativas para resguardar con normas urbanísticas especiales a las zonas de conservación histórica. Pudiendo ser este instrumento ocupado con mayor precisión y certezas, si el trabajo se hace de manera conjunta, entre las comunidades y los estamentos técnicos
Por consiguiente, es de suma importancia que las premisas a salvaguardar desde un punto de vista técnico, jurídico y societal, no sean soluciones ni salvaguardas del momento. Sino que los pilares para constituir una ciudad dinámica, de zonas patrimoniales en concordancia con y para la ciudad.
Este es el momento para que en Chile, las intervenciones en zonas patrimoniales apuesten al futuro con audacia, vanguardia y respeto. Siempre será mejor un desarrollo que incluye su historia y la proyecta al futuro.
El tema del patrimonio, no puede ser tomado como un bastión ideológico en contra de la verticalización de la ciudad o las nuevas modas arquitectónicas. Sino que todo lo contrario se debe avanzar para constituir mantos regulatorios que lo resguarden y lo proyecten hacia el futuro en concordancia con las evoluciones propias de la ciudad.
Este es el momento de correlacionar los estamentos técnicos patrimoniales con la comunidad, para que en conjunto se realice una gestión operativa y técnica. Generando certezas en relación a nuestro patrimonio y su futuras intervenciones. Y el patrimonio se deje de ver como un problema de intervención para algunos y una bandera de lucha para otros. Sino que sea el instrumento para mostrar la madurez de sociedad que estamos construyendo.
Quiero precisar que esta exposición lo que busca es aunar voluntades, y poner en la palestra al patrimonio y la necesidad de crear un espacio de discusión donde tanto los propietarios de los inmuebles con sus autoridades y los departamentos técnicos, decidan y en conjunto. analicen y proyecten el patrimonio hacia generaciones futuras,
Esta alianza operativa puede contribuir a desarrollar los 5 puntos maestros en el desarrollo de su puesta en valor con y para la ciudad:
1.- Catastrar y construir una imagen objetivo de las zonas patrimoniales. Analizando sus particularidades y potenciales, determinando cual será el aporte y destino para proyectarse a futuro e insertarse en las evoluciones propias de las ciudad y su entorno mediato.
2.- Simular los entornos patrimoniales a futuro para entender su comportamiento a corto, mediano y largo plazo. Y a partir de ese diagnostico constituir una batería de proyectos que vayan en relación a su imagen objetivo.
3.- Construir una carta de navegación de cuales serán los proyectos de su puesta en valor graduadas en el tiempo. Con prioridades y objetivos específicos. en función del destino propuesto para su mejor puesta en valor.
4.- Elaborar un modelo de gestión graduado de corto mediano y largo plazo, para la obtención de fondos y recursos para dichas acciones con distintas instituciones. Sean públicas o privadas.
5.- Diseñar y proponer las respectivas condicionantes legislativas que protejan las particularidades de cada territorio y resguarden sus entornos patrimoniales, acotando el espacio de protección.
Estos puntos maestros podrán permitir, que junto con el desarrollo de la imagen objetivo de las comunidades patrimoniales, la ciudad y los inversionistas, sean públicos o privados, tengan claro las zonas de protección y sus respectivas condicionantes legislativas intermedias. Pudiendo avanzar en dos frentes a la vez. En la conservación de nuestro patrimonio y en la evolución propia de la ciudad.
Este es solo un aporte para una discusión mayor, donde debiesen involucrarse legisladores, instituciones públicas, colegios profesionales, inversionistas y las comunidades. De modo tal, que la solución y el marco normativo que nazca sobre el que hacer patrimonial y su futura gestión. esté en concordancia y en acuerdo técnico, político, económico y ciudadano. Y tenga como objetivo primordial. Identificar, proteger, conservar, revalorizar y transmitir a las nuevas generaciones, un patrimonio vivo y acorde a las evoluciones propias de las ciudades del siglo 21.