«Si el dilema del 10 de junio hubiera ocurrido 15 o mas años atrás, no me cabe la menor duda que HidroAysén habría sido aprobado hace rato por toda autoridad competente y hasta con presiones y aplauso de algún presidente. Pero hoy en día Chile es otro».
Por: Peter Hartmann,
Coordinador Coalición Aisén Reserva de Vida
Este próximo 10 de junio, será una nueva fecha clave para el megaproyecto HidroAysén y también, de una u otra forma, para el desarrollo y futuro de nuestra región. Ese día se junta nuevamente el Comité de Ministros (de Economía, Salud, Minería, Agricultura, Energía y Medio Ambiente) para tomar una decisión, definitiva dicen, sobre los 35 paquetes de reclamos a la Resolución de Calificación Ambiental del EIA de ese megaproyecto, emitida en mayo del 2011. Aparentemente, una decisión de vida o muerte para HidroAysén.
Al respecto vale recordar, que esa calificación aprobatoria de mayo del 2011, fue la condujo a que 74% de las y los chilenos se opusieran al megaproyecto, a que el gobierno del presidente Piñera solo dos años y medio después, en sus postrimerías, resolvió a medias esos reclamos, posponiendo algunos temas pidiendo nuevos informes, y que al asumir el actual gobierno, “por visos de ilegalidad”, dejo esa decisión en fojas cero. También vale recordar, que la presidenta Bachelet declaró durante la campaña electoral que HidroAysén era inviable y luego ya electa, dejo en claro que este no contará con su apoyo.
Con esos antecedentes, mas las señales de la propia empresa, de desesperanza amenazadora por un lado y de hibernación por otro, más la renuncia del gerente de Colbún, indican que las cosas por ahí están más bien de funeral.
La verdad es que el actual gobierno no tiene mucho en donde equivocarse al darle la extrema unción a HidroAysén, en vez de comprarse problemas gratuitamente ¿Cómo podría justificar el dejar pasar un proyecto inviable, resistido, innecesario, destructivo, monopolizador del agua de 80% de las cuencas del Baker y Pascua, que hasta uno de sus socios pone en tela de juicio, aprobado en forma irregular contraviniendo hasta convenciones internacionales, que contraviene el ordenamiento territorial regional, y que solo le seguiría ocasionando dolor de cabeza ?
Lo último, porque de dejarlo pasar, evidentemente el lío continuaría con la línea de alta tensión para trasladar la energía hasta donde la mineras encapuchadas y reales demandantes de esa electricidad. ¿Cómo podría este gobierno ser mas benigno con esos reclamos que el anterior que no se atrevió a dejar pasar ese proyecto? ¿Cómo podría justificar que lo que el anterior gobierno concluyó estaba mal e incompleto ahora pueda llegar a ser aceptable? Francamente, si se quisiera haber “aprobado” el proyecto en forma políticamente hábil ¿no era cosa de dejar hacer esos informes faltantes, dar por resueltos los reclamos y echarle la culpa al gobierno anterior?
Es mas, la Agenda Energética del actual gobierno en cierta forma ya es una señal de que se están abriendo otras vías para contar con esa energía supuestamente imprescindible para cuyo aporte la empresa decía ser la única solución. Así el dilema ese de “HidroAysén o nucleares o el caos y oscuridad” ya no corre. De hecho, esta demostrado que solo con eficiencia energética y sin mayores costos, ya se puede contar con al menos la misma cantidad de MW que la que ofrece HidroAysén. Si se añade la medición neta y las energías renovables no convencionales, que están entrando con fuerza y constituirán un aporte importante dentro de los próximos años, hasta quedan de más buena parte de las termoeléctricas contaminantes (las que evidentemente con mejor tecnología serían más aceptables).
Y eso, a precios inferiores a los que pueda ofrecer HidroAysén, cuyos costos con línea de transmisión se han ido a las nubes (salvo subsidio estatal con carretera eléctrica). Y si la empresa habla de hibernación a la expectativa de la una nueva política energética del 2015 y hace lobby con Aznar, es precisamente porque aun creen que pueden conseguir algo este 10 de junio o para ese entonces. La verdad es que mientras sigan teniendo los derechos de agua y siendo una de las empresas más poderosas del país, seguro que guardan mas de alguna carta bajo la manga aun y lo de “definitivo” es hasta por ahí no mas.
Finalmente, si el dilema del 10 de junio hubiera ocurrido 15 o mas años atrás, no me cabe la menor duda que HidroAysén habría sido aprobado hace rato por toda autoridad competente y hasta con presiones y aplauso de algún presidente. Pero hoy en día Chile es otro y esta claro que el actual gobierno esta empeñado en ser diferente, en descomprimir la tensión social, en jugársela por un mayor rol del Estado, en desconcentrar el oligopolio eléctrico y del agua y avanzar en soluciones mas futuristas y social y ambientalmente mas aceptables que las mega represas lejanas a los centros de megaconsumo eléctrico.