Tras el derrame de petróleo ocurrido en la Bahía de Quintero-Puchuncaví, las comunidades de la zona costera de la región de Valparaíso se levantaron para decir basta. Este hecho se suma a una serie de eventos que han destrozado el medioambiente en más de sesenta años. La marcha realizada este lunes seis de octubre fue histórica. Más de mil personas caminaron por las calle de Ventanas y se apostaron frente a Codelco para exigir que el territorio se declara Zona de Recuperación, ya no más Zona de Sacrificio. El decreto que determinó hace años que esas comunas fueran declaradas zona preferencial para uso industrial, ha significado en la práctica el término de cualquier otra actividad económica, como la pesca o la agricultura que poco a poco murieron.
Semillas de Agua estuvo en la movilización tomando sonidos, entrevistando e informando de lo acontecido. Este es un especial dedicado a la resistencia contra la contaminación de la Bahía de Quintero y Puchuncaví que pese a la larga y profunda contaminación ambiental, se están tramitando cuatro proyectos industriales más que se sumarían a los 18 ya existentes. Por eso, la demanda urgente para comenzar a recuperar la bahía es congelar el crecimiento industrial de la Bahía y generar un plan de recuperación ambiental, social y económica para los habitantes de la costera zona de la región de Valparaíso.
Durante la marcha, gritaron entre tambores que “nosotros vamos a luchar por lo que viene, por el futuro, por nuestros hijos”, “decían que era un tanto no más, pero es mentira, ya no más”.
Una zona tan contaminada no cuenta ni con un hospital. Lo único que hacen las empresas es contaminar, no hacen nada positivo, expresa otro manifestante: “todos los días nos están matando, hagan un hospital grande, hagan algo grande positivo. Pura contaminación, que los viejos mueran tranquilos, que sepan aprovechar su vejez, la pesca va a morir, por eso queremos que nos arreglen toda esta contaminación, queremos agricultura… Ahora (con el derrame) nos están matando el área de manejo, no tenemos para sacar locos, erizos, lapas… y muy pronto va a venir la protesta del erizo negro y esa va a ser la más grande. Ya les hicimos la protesta de la jaiba y la merluza, ahora va a venir la protesta del erizo negro”.
La exigencia es una sola: “basta de contaminación, ya no queremos industrias, ya basta, estamos colapsados, que no vengan más empresas estamos saturados, colapsados, lo único que queremos es vivir sanamente, no más empresas. Basta, van a venir nuestros hijos y nuestros nietos, no es posible que sigan viviendo así. Tanta gente muere de cáncer. Qué sacaron con cambiar el colegio de La Greda unos metros más allá, seguramente ¿no les llega contaminación?, claro que les llega contaminación. De esto estamos aburridos, basta de tanto sacrificio en Puchuncaví”.
Si está el mar que antes daba alimento, “no es posible que nuestros pescadores no tengan cómo pescar limpiamente ni un pescado, cómo nos han contaminado nuestro mar, nuestro lindo Ventanas, nuestro lindo Horcón, ya no puede seguir esto, basta de contaminación, ¡basta señores!”
Creemos que son más de 50 mil litros de petróleo
Hernán Ramírez, encargado de medioambiente de la Municipalidad de Puchuncaví cuenta que tras el derrame de petróleo se informó que eran tres mil litros, no obstante “las autoridades comunales, los pescadores antes que nada y los vecinos, señalamos que este derrame era superior a lo que informaba ENAP. Tanto la autoridad marítima como las autoridades regionales, la seremi de medioambiente, el Intendente, el gobernador decían que eran tres mil litros. “Pero una vez que la mancha empezó a ampliarse y llegó a Cachagua, en estos momentos -hoy día llegó la mancha de petróleo a la Bahía de Horcón-, empezaron a reconocer que ya no se trataba de tres mil litros, sino que era más, que aumentó a 22 mil litros que es la cuenta que oficialmente la empresa reconoce”.
Sin embargo, “nuestra impresión es que tampoco son 22 mil litros, sino mucho más, probablemente 30, 40 o más cercano a los 50 mil litros”, expresa Ramírez.
El técnico de la Municipalidad de Puchuncaví recordó que la zona está altamente impactada por contaminantes, donde incluso un estudio realizado por el Ministerio de Medioambiente da cuenta de que hay problemas en la Bahía tanto por efecto de las termoeléctricas que arrojan aguas calientes al mar, como también por efecto de los metales pesados de la fundición de cobre. Este derrame es “un daño a mediano y largo plazo que aún tenemos la capacidad siquiera de evaluarlo”.
Si ya está disminuida la reducción la biomasa de recursos marinos, así como la biodiversidad, “a eso se le suman los hidrocarburos y los efectos mutagénicos… el efecto hoy día es imposible de evaluar. Lo único que sabemos es que es un efecto negativo y un nuevo impacto a la situación de la bahía”, expresa Ramírez, quien explica que una parte del petróleo derramado se fue al fondo, la otra se evaporó y otra fue capturada a nivel de agua. “Eso que está en el fondo no ha sido evaluado, y a medida que haya más oleaje se va a extender el petróleo que está en el fondo marino”.
Además recordó que este es un evento de contaminación más ya que en diciembre del año pasado hubo un varamiento importante de sardinas, un año antes fue la nube tóxica que afectó a los niños de la escuela de La Greda, y dos años antes fue 200 toneladas de un producto químico que fue vertido por errores de la empresa al estero de Ventanas y posteriormente a la Bahía. “Esto es una seguidilla de diferentes errores y accidentes que demuestran que las empresas no tienen ni toman las medidas necesarias para evitar el impacto negativo al ecosistema”, y concluye haciendo la pregunta: ¿qué viene ahora? ¿cuál va a ser el próximo evento? ¿Va a ser el gas de GNL que tiene un proyecto de ampliación? ¿va a ser el efecto de las termoeléctricas que hoy tienen un proyecto de construir dos termoeléctricas más en la zona?
Esto es una maldición
“Para nosotros esto es una maldición, nosotros tenemos el futuro apostado en recuperar nuestros espacios, estamos trabajando, recuperando nuestro estero, trabajando, recuperando nuestra playa, queremos prestar servicios a la Bahía, queremos hacer monitoreos y el petróleo que llegó acá es la gota que derramó el vaso para nosotros los pescadores artesanales”, narra Gabriel Carvajal, presidente del Sindicato de Pescadores de Ventanas quien además explica que “tenemos huiro que sacar, tenemos una cuota autorizada por Sernapesca de dos mil toneladas y llevábamos 30 mil kilos no más, así que esto pasa a sellar el futuro de las nuevas generaciones porque del huiro dependía el sindicato”.
Carvajal recordó que después de tanto tiempo, “estábamos volviendo a ser felices”, porque el huiro estaba dando estabilidad económica, pero “es muy difícil el momento que vivimos nosotros. Y las autoridades de turno pasan sentenciando a las comunidades, como los campesinos que desaparecieron acá y los pescadores ahora están en extinción”.
El pescador aprovechó la oportunidad para enviarle un mensaje a la Presidenta Michelle Bachelet: “ponga fin a la zona de sacrificio por ser Zona de Recuperación, como nosotros que vivimos acá queremos ser, nosotros queremos recuperar nuestros espacios, queremos volver a trabajar en el mar, pero las empresas tienen que sensibilizarse, tienen que sentarse a conversar con los pescadores artesanales, y nosotros ya no queremos más dulces, esta es la comunidad más pobre que hay en la V Región, entonces qué esperamos ahora…”
Algunos de los hitos de contaminación que recordó Gabriel se remontan al año 2000, cuando se cerró el cultivo de ostras, después vertieron líquido tóxico en el Estero Campiche donde murieron cantidades de pescados, después los 41 derrame de carbón, el varamiento de sardinas en diciembre del año pasado, justo para navidad, ahora el petróleo, concentrado de cobre en las playas… entonces “¿qué espera la autoridad que no pone solución? Nosotros queremos ser parte de la solución, estamos trabajando para eso, nuestras comunidades de pescadores vamos a ser restauradores del medioambiente, no queremos que nos vengan a regalar plata, nosotros podemos hacerlo, podemos apostar en el futuro pero con voluntad de las empresas, de Codelco, de Aes Gener, de Puerto Ventanas, Enap…”, espeta.
Finalmente, el pescador responsabiliza al acá Estado de Chile, que “es el que puso las empresas ahí. Nosotros estábamos solos y el año sesenta cuando llegó la primera empresa nos prometieron progreso para muchos… pero unos pocos, pescadores y agricultores, salimos perjudicados”.
Las movilizaciones para poner fin a la contaminación
Carolina Orellana Sepúlveda, integrante de Salvemos Quintero, contó que “estamos convocando a toda la comuna para que se movilice, que salga a la calle, que salga de la comodidad de su casa o del miedo y comience a reclamar por sus derechos por esta dignidad arrebatada de 50 años de contaminación”.
“La comunidad nos ha sorprendido mucho porque fue una convocatoria espontánea, primero fuimos como 50 personas que nos juntamos porque estaban limpiando mal las playas, y luego marcamos un hito de unión y surgió la idea de trabajar en esto de la recuperación de la dignidad”, explica en medio de la marcha y agrega que “Quintero al fin despertó. Antes lo hacían pero desde su casa o muy poco, era poca gente. Ahora estamos en masa, en la primera manifestación del domingo fuimos mil personas”.
Carolina anunció que el 25 de octubre realizarán un pasacalle como forma de protesta, “pues vamos a seguir presionando por los medios de comunicación nuestro descontento, nuestro cansancio con respecto a la contaminación, vamos a enviarle una carta a la Presidenta con nuestro petitorio para que lo conozca, para que sepa que no estamos callados ni tampoco vamos a seguir en esta actitud dormida, también vamos a poner una querella criminal y posteriormente queremos hacer una denuncia por el tema medioambiental”, concluyó.
Todo eso y mucho más por Semillas de Aguaque difunde la resistencia por el mar limpio.
Fuente: Semillas de Agua