Omar Pérez Santiago
La Feria del Libro de Santiago se inaugura mañana jueves e iremos, como un ritual, a la estación Mapocho, a escuchar presentaciones de libros de amigos y amigas escritores.
Aunque, Chile es uno de los países donde menos se compran libros y arrastra una economía limitada.
Según el Latinobarómetro 2013, Chile tiene malos hábitos de lectura, peores que todos los países de América Latina, con la excepción de Costa Rica. Los niveles de comprensión lectora son bajos, según un estudio de la Universidad de Chile, la capacidad de entendimiento de la población adulta no cambió entre 1998 y 2013.
Hace unos años atrás, según los rankings de la Cultura Mundial que publica Nop World, Chile no aparecía entre los 30 países más lectores del mundo. En cambio, si aparecía Argentina, Brasil, México y Venezuela. En esas estadísticas tampoco aparece Chile como buenos consumidores de radio, televisión o internet, los llamados hábitos sobre los medios. Argentina y Brasil estaban como los mayores consumidores de radio en el mundo junto con México y Venezuela. Esos mismos países eran los mejores consumidores de internet y de televisión de América Latina. Los índices de los hábitos de medios eran mejores que en Chile. Esos datos los confirma el Latinobarómetro 2013, con la excepeción del uso diario de internet.
Los estudios sobre el perfil del consumidor o consumidora de libros, indican que los buenos lectores o lectoras, son también consumidores de otros recursos informativos y de medios, como la radio, la televisión e internet. El buen lector es moderno, está informado de todo.
El perfil de los consumidores de libros indica que ellos y ellas consumen toda la cultura que pueden, bajo los medios que tengan a mano. El verdadero perfil del lector es alguien que consume de todo: radio, televisión, internet. Son personas que van al cine y participan de foros y encuentros literarios, científicos y culturales. Para ellos, el libro es una herramienta más, dentro de muchas. Y las lecturas con aparatos digitales les alivian las cosas. Son seres modernos, extrovertidos, comunicados. Son personas que hablan de corrido, que expresan públicamente sus opiniones. Normalmente jóvenes e informados. Son participativos. Y normalmente, son los líderes de opinión en su comunidad. Ese lector o lectora es un porcentaje en todos los estratos sociales. Son seres dinámicos y creativos que a la vez, dinamiza su entorno. Son un aporte comunitario al país.
Chile está culturalmente atrasado, comparativamente.
Qué duda cabe.
El libro lleva retraso si lo comparamos con otros países.
Y la agenda cultural institucional en el área del libro tiene dinamismo lento.
La lectura juega un papel central y urgente en la agenda para el desarrollo futuro de Chile. La lectura y la cultura puede contribuir al crecimiento económico, social y educativo en que se está perfilando el nuevo Chile y la reforma educacional que promueve el gobierno de la presidenta Bachelet.
La lectura es urgente y estratégica para el desarrollo y la democracia. Un desarrollo democrático que respete la diversidad étnica y regional, la biodiversidad y la sustentabilidad y, al mismo tiempo, el patrimonio cultural común; que fomente la creación cultural y artística contemporánea, ágil, abierta y adecuada a los tiempos con un nuevo imaginario colectivo centrado en la colaboración.
