La policía de Helsinki, la capital de de Finlandia, obligó ayer domingo a ponerle ropa interior a la obra de arte del artista holandés Dries Verhoeven, de la serie Ceci n’est pas mon corps (Este no es mi cuerpo), parte del Festival del Círculo Báltico. Su trabajo es una mujer mayor desnuda en una vitrina en un lugar público, con una peluca en la cabeza y una máscara que representa el rostro de una mujer joven.
La obra ya se ha mostrado en ocho países, entre ellos los Países Bajos, Austria, Francia y Alemania.
El viernes la policía le informó por escrito a los organizadores del festival que la escena final de la artista holandés Dries serie Verhoeven tiene las características de atentar públicamente contra la moral y prohibieron la obra de arte en su versión original, haciendo referencia a la ley sobre reuniones públicas.
– El trabajo no era en absoluto pornográfico, afirmó la encargada de la muestra, Eva Neklyaeva.
La policía estaba presente ayer domingo cuando se destapó la obra. También el artista Dries Verhoeven mismo estaba en el lugar cuando se dio a conocer la nueva versión de la pieza.
– Llama la atención que la policía intervino antes de que nadie se hubiese quejado de la obra. Pensé que Finlandia no tenía un problema con la desnudez, pero esto sugiere un nuevo tipo de relación con la mojigatería en lugares públicos, declaró Verhoeven.
Con la obra de arte Dries Verhoeven deseaba mostrar una perspectiva diferente sobre el cuerpo y declaró con mucha firmeza:
– A 83 años de edad, una modelo desnuda sentada en una vitrina durante cinco horas iba a ser un maniquí. En un momento en que la edad promedio de un modelo tiene 19 años, quiero mostrar a la gente una representación diferente de la palabra «cuerpo». ¿Podemos mirar el cuerpo de la anciana sin ningún problema o es demasiado pesado para ser confrontados con nuestro propio envejecimiento? Mientras miramos las tendencias más pornográficas en la red y en el comercio, las reglas para los lugares públicos son más restrictivas. La censura de la Policía es un ataque despiadado a la libertad de expresión.
Los organizadores planean presentar una queja ante el Tribunal de Helsinki. El festival siente que la prohibición es contraria a la libertad de expresión y que el Código Penal debe tener en cuenta la especificidad artística.