Con un ambiente que parece reflejar la mentalidad de los uruguayos, apenas se conocieron los resultados definitivos de las elecciones nacionales realizadas en Uruguay durante la primera vuelta hace un mes, ya comenzaron a prepararse los tamboriles para el esperado festejo por la victoria del frente Amplio en la segunda vuelta de este domingo 30 de noviembre. En la foto aparece el presidente Mujica junto al seguro próximo presidente de Uruguay Tabaré Vázquez. (Foto de Telesur).
Por: Jorge del Carmen Ripper
Montevideo 24 de Noviembre de 2014
Todavía parecen resonar los gritos de alegría con que el Frente Amplio festejo su victoria en la principal avenida de Montevideo. Miles de adherentes se reunieron en una fiesta que duro hasta la madrugada del día siguiente, fiesta que se repetirá este domingo cuando gane con amplia ventaja quien ya fuera presidente hace unos años, Tabaré Vasquez y que le dejó en bandeja el triunfo en aquel entonces al actual presidente Mujica.
En la primera vuelta el Frente Amplio (conglomerado de izquierda actualmente en el gobierno) alcanzo un 47.81 %, el opositor Partido Nacional 30.88 % y el también opositor Partido Colorado 12.89 %. También se presentó a las elecciones un partido Independiente de Centro que logro 3.09 %, ademas de la Unidad Popular de izquierda que alcanzo un 1.13 % y el Partido Ecologista que obtuvo un 0,75 %
En este escenario y al no haber logrado ningún partido la mayoría absoluta, el ballotage o segunda vuelta es este 30 de Noviembre. El hecho de que los partidos opositores unidos no alcancan a tener la votación del Frente Amplio y que otras fuerzas de izquierda e independientes ya han prometido su apoyo, parece indicar que existirá una nueva victoria de la coalición gobernante. Por otra parte, el Frente Amplio logro en la elección de octubre la mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, lo que le permitirá tener la capacidad política de implementar su programa de gobierno.
Observar estas elecciones en forma desapasionada, permite apreciar ciertas particularidades que no dejan de sorprender.
En primer lugar, varios diputados opositores al Frente Amplio y que trabajaron por otros candidatos de los partidos tradicionales (Blanco y Colorado), han renunciado a trabajar por el candidato oficial de su coalicion (Lacalle Pou) y se han reunido públicamente con el candidato del Frente Amplio para darle su apoyo.
En segundo lugar, ésta ha sido una campaña electoral sin debates, ya que el Frente Amplio, su candidato y sus principales figuras, se han negado a concurrir a los diferentes foros. Esta negativa o estrategia ha desesperado a la oposición que no tiene interlocutores para discutir sobre los diferentes programas y alternativas.
Los canales de televisión y radios se vieron obligados a archivar una batería de programas que tenían preparados en espera de las elecciones. La explicación que no deja de repetir el candidato del Frente Amplio y que ha calado hondo en la gente, es que «no se debe perder un minuto en ir a hablar con la gente porque ellos saben cuales son los problemas del país» y descarto con esto dar su tiempo a conversaciones con los candidatos derechistas que en la práctica no tienen mucho sentido.
Por último es sorprendente apreciar como el Frente Amplio ha ocupado las calles y como ha desparecido la propaganda y las banderas de la oposición. Solo queda una semana y las encuestas prevén un 53 % para el Frente Amplio y solo un 38 % para el candidato opositor.
Todo parece indicar que el Frente Amplio gobernara al Uruguay por los próximos cinco años.