03 - octubre - 2024

Rebelión de las estrellas. Carolina Urrejola a Isapre: Las mujeres chilenas afiliadas a Isapres vivimos bajo amenaza

urrejola
por CAROLINA URREJOLA, Periodista, conductora de Teletrece Tarde.

Hoy me llegó una carta de mi Isapre. No la clásica y molesta carta de adecuación del plan que siempre significa aumento de precio, una carta distinta. La firma el presidente de mi aseguradora de salud y su tono es de preocupación. Intenta alertarme sobre el proyecto de Reforma a la Salud Privada que lleva adelante el Gobierno.

Me explica, en primera persona, su experiencia como miembro del comité asesor al que lo convocó el Ejecutivo y que terminó mal para la compañía. Me detalla los malos ratos. Y me advierte sobre el futuro.

Creo que puedo entender sus temores. Me pongo en su lugar y comprendo que sus intereses corren peligro. Pero me rebelo a que me haga partícipe de esos miedos e intente traspasármelos.

Las mujeres chilenas afiliadas a Isapres vivimos bajo amenaza, así es que conocemos muy bien esa sensación. Nuestra condición biológica determina que nuestro plan sea más caro. Debemos cruzar los dedos para que las coberturas apliquen en cualquier asunto relativo a nuestra fertilidad. En el país del 1,8 niño por mujer, de los planes «con» o «sin» útero, sabemos bien que más nos vale estar agradecidas de que la Isapre nos “aguante».

Porque si aún estamos en edad fértil y queremos mejorar nuestro plan, no señor. No se puede y sin explicaciones. En el país en que la edad de la maternidad se retrasa cada vez más, las Isapres no cubren ningún tipo de tratamiento de fertilización asistida. Existen seguros complementarios que incluso rechazan afiliar a guaguas nacidas a través de algunos de estos métodos, cada vez más habituales en Chile.

Es una buena noticia que la Superintendencia de Salud modifique el criterio y el embarazo ya no sea considerado una enfermedad. Sin embargo me deja perpleja que una medida tan elemental no se haya tomado antes.

Da la impresión de que este superintendente se fijó más o tuvo un mejor equipo de abogados que sus antecesores y por eso es posible el cambio. O que esta vez hay mayor disposición a enfrentarse a las aseguradoras privadas que los anteriores y por lo mismo está más empoderado para tomar decisiones como la de este martes.

Si nuestro sistema de salud debe o no seguir siendo mixto y en qué condiciones, si las aseguradoras privadas tendrían que sumarse a Fonasa y establecer un plan único de salud o si deben mantener la estructura que actualmente tienen es materia de debate ciudadano y legislativo.

Pero el diagnóstico lo comparten prácticamente todos los actores sociales: urge un cambio que ponga fin a las arbitrariedades y a la permanente discriminación contra las mujeres.

Así es que disculpe, estimado remitente, si su carta no me provoca la empatía que usted esperaría. Por años de falta de empatía con sus mejores afiliadas, las que pagamos los planes más caros y más cautivas estamos, las mujeres.

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