Por Enrique Ramírez Capello
eramirezcapello@gmail.com
Huele a cordero asado en la humareda de la cocina de Calen, a treinta kilómetros de Dalcahue.
El mar se infiltra en la casa de tejuelas de alerces y milipalafitos.
Las volutas se escapan por la colina aledaña.
El musgo humedece el techo.
En raro en raro, un caballo brioso rasga la arena con sus cascos agudos.
Los pescadores retornan con sus botes policolores al roído muelle de piedra.
Traen sus mercancías en saco que horas después –de las manos exquisitas de Lorna- se convierten en un curanto que excita los paladares de turista y lugareños.
La multitud de mariscos es una tentación inapelable del pecado de la gula.
Renato Cárdenas, el anfitrión liberal –en su casa caben todos y todas, como en los poemas de Neruda- desentorna la puerta jamás clausurada.
En su vecindad sentimental, la nutre de libros e investigaciones sobre mitos, leyendas,botánica, geografía e historias.
Ella también hurga en textos culinarios y escucha voces de viejo origen.
Lorna Muñoz deja pasar el vientecillo del optimismo con la inauguración de restaurante Travesía en Castro.
Conoce el ambiente y lo absorbe.
No renuncia a las tradiciones y las une a la modernidad gastronómica.
El apetito de turistas y castreños goza con la originalidad y excelenciade sus comidas y bebidas
Allí la joven y bella Lorna Muñoz practica sus conocimientos gastronómicos.
Los salmones huyen de la cercanía de las aguas de Chiloé.
Ella tiene el carácter del archipiélago y sus costumbres nacidas de la herencia familiar y de los estudios especializados.
Lorna Muñoz no renuncia a la espontaneidad, pero no cae en improvisaciones irresponsables. Engarza su conocimiento del archipiélago con sus rigurosos estudios académicos: cocina internacional en Inacap de Temuco y cocina regional en Punta Arenas.
Todo lo vierte hoy en Travesía, su restaurante de imaginación, tradición y saber. ¿O habrá que decir cocimiento?
Transita por la feria y rescata choritos, cholgas, robalos pejerreyes.Todo lo que pueda saltar a platos bien presentados y con las sugerencias de una carta novedosa e identificada con su amado Chiloé.
La trinidad de cuchara, cuchillo y tenedor son armas para disfrutar de dulce de murta y mazamorra de manzana. O de sierra en pangue, complementada de charquicán de robalito.
Además, cazuela de cholgas secas con repollo.
Mi boca se hace libre y generosa para probar esos platillos preparados por Lorna en su restaurante. Y para proclamar la calidad de Travesía.
RESTAURANTE TRAVESIA
Eusebio Lillo 188, Castro, CHILOÉ
Travesía Restaurant es un espacio gastronómico y cultural que ofrece almuerzo, cena y cafetería basado en la comida tradicional de Chiloé.
TRAVESÍA es un espacio hogareño: usted ingresa a una cocina chilota, con estufa y con cocineras locales.
Ofrecen productos frescos, sin congelar, porque la Feria Campesina está a una cuadra del local.
Sus preparaciones se basan en la herencia gastronómica y en la creatividad de su chef, Lorna Muñoz, quien ha investigado esta cocina y ha publicado varios libros y artículos, entre ellos: «CHILOÉ CONTADO DESDE LA COCINA».
LILLO 188, 0652547271 / 85187740