En los recientes casos Gate, el denominador común es la concomitancia entre políticos y empresas, en el caso del Aguagate la situación se repite, y se repite hace mucho tiempo antes, sin embargo aquí no hablamos de boletas ideológicamente falsas, tampoco de especulación inmobiliaria o tráfico de influencias, el Aguagate tiene que ver con robar agua para obtener utilidades a partir del negocio agrícola, los abogados que representan los intereses económicos de los que roban agua, sostienen que no existe la figura delictiva de «robar agua».
Por: Rodrigo Mundaca
Secretario General de MODATIMA
Febrero de 2015
He divagado en torno al significado en español de la palabra GATE, los diccionarios la definen de varias formas, a saber: paso, portillo, portón, puerta, puerta de embarque, reja; todas definiciones que no respondían a lo que andaba tratando de comprender, sin embargo, en esta larga divagación y búsqueda, derive en Watergate, y la historia, esa a la cual habitualmente recurrimos para interpretar el presente y proyectar el futuro, se encargó una vez más de entregar los elementos necesarios para dar origen a este texto, en rigor Watergate se refiere al escándalo político (1972-1975) que provocó la única dimisión en la historia de un presidente de Estados Unidos, me refiero al republicano Richard Nixon, responsable de espiar mediante instrumentos de escucha al comité nacional Demócrata en el hotel Watergate de la ciudad de Washington, por cierto, Nixon es el mismo que financió y apoyo de manera directa el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende (11/09/1973).
A propósito de lo anterior, y desde el mes de Septiembre del 2014 los medios informan sobre el Pentagate, fraude tributario consistente en la entrega de boletas falsas a cambio de recursos para «financiar campañas políticas», y posteriores devoluciones a las empresas pertenecientes al grupo Penta, empresas que fueron las receptoras de las boletas, situación que involucra preferentemente a políticos de la Unión Demócrata Independiente (UDI). Siguiendo en esta misma línea, el Nueragate ha copado los medios de prensa durante el mes de Febrero del 2015, escándalo que pone de manifiesto el tráfico de influencias y la especulación inmobiliaria, cuestiones que pueden ser tildadas de comunes en un país absolutamente mercantilizado como Chile, sin embargo esta situación deja de ser común cuando los involucrados son Sebastián Dávalos, hijo de Bachelet, y su nuera, Natalia Compagnon, escándalo que a la postre provocó la renuncia de Dávalos al cargo de Director Sociocultural de la Presidencia.
Existen otros escándalos, y donde a diferencia de los dos anteriores, es la vida de las mayorías sencillas la que se encuentra directamente amenazada, la Provincia de Petorca desde hace años es considerada el epicentro nacional del Robo de aguas, informes técnicos de la Dirección General de Aguas, Informes satelitales, testimonios in situ, reportajes televisivos, formación de comisiones investigadoras al interior del congreso, Informes de la Universidad Diego Portales y del Instituto Nacional de Derechos humanos, ambos realizados el año 2013, señalando a Petorca como el ejemplo más paradigmático en materia de violación del derecho Humano al agua, hace pocos días atrás, el informe de la misión de observación del Instituto Nacional de Derechos humanos, y referido a la situación del agua en Petorca, dado a conocer a mediados de Enero del 2015, confirman un cuadro feroz e irreversible, en la provincia de petorca la fragilidad de la vida se asocia a la privación de agua, y en el origen del problema están conspicuos políticos como el ex ministro del interior de Bachelet en su primer mandato, Edmundo Pérez Yoma, o el ex Diputado Eduardo Cerda García, diputado hasta marzo del 2014, y hoy presidente regional (V) de la Democracia Cristiana, a ellos se suman empresarios como Juan Ruiz Tagle supernumerario UDI, o Ignacio Alamos, cuñado del senador Juan Antonio Coloma, todos ellos, y unos cuantos más, tienen como denominador común ser empresarios Agrícolas en la provincia de Petorca, empresarios que aplicando la tésis de Maquiavelo, el fin justifica los medios, han utilizado todas las artimañas posibles para acaparar agua de manera impropia, Drenes, pozos de extracción de agua subterránea sin derechos legalmente constituidos, apropiación de los lechos de los ríos.
En los recientes casos Gate, el denominador común es la concomitancia entre políticos y empresas, en el caso del Aguagate la situación se repite, y se repite hace mucho tiempo antes, sin embargo aquí no hablamos de boletas ideológicamente falsas, tampoco de especulación inmobiliaria o tráfico de influencias, el Aguagate tiene que ver con robar agua para obtener utilidades a partir del negocio agrícola, los abogados que representan los intereses económicos de los que roban agua, sostienen que no existe la figura delictiva de «robar agua», más aún, esta práctica es una falta administrativa penalizada sólo con 20 UTM (app $ 800 mil pesos), y por tanto robar agua se transforma en un costo de producción más, en tanto los privados de agua, luchan para tener agua para sus servicios higiénicos básicos, también para su sustento diario, otros, particularmente los pequeños agricultores, dejan de producir alimentos para mercado interno por la voracidad de los grandes empresarios agrícolas, y los más, simplemente migran del territorio.
Robar agua y los que están implicados en la provincia de Petorca, también en otros territorios, como en Caimanes por ejemplo, merecen tener su propio Gate, no les parece?.