En las comunidades litorales de Puerto Cisnes y Raúl Marín Balmaceda se realizó esta iniciativa que bajo el lema «revalorando los saberes desde la comunidad», espera seguir siendo replicada en el tiempo, con más voluntarios e integrando a otras localidades costeras de los canales y fiordos del litoral aisenino.
Aysén, 27 de marzo de 2015. (CIEP)– Con el apoyo del proyecto “Archipiélagos Patagónicos, Destino Internacional para el Turismo Científico que ejecuta el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia CIEP, se llevó a cabo ésta actividad recreativa y voluntaria que buscó fomentar el empoderamiento de las comunidades locales hacia su territorio, en este caso, el conocimiento, identificación y toma de datos de cetáceos.
Refiriéndose a esta actividad la coordinadora del proyecto Archipiélagos Patagónicos, Josefina Ruiz, destacó “es importante participar de estas instancias que reúnen a la comunidad en torno al conocimiento del territorio, aprendiendo a valorar y proteger nuestros ecosistemas; combinación que busca generar el turismo científico. Es muy gratificante ver como estas iniciativas empiezan a surgir y captar el interés de las localidades, lo que sin duda es un desafío a la hora entregar más información. Es por esto que dentro de nuestro proyecto se considera la publicación de guías de campo y fichas de avistamiento (fauna marina y aves), las cuales serán de uso público con la idea de que todo aquel que se interese, puedan participar de forma activa en la recolección de datos de nuestra fauna marina”.
Una de las salidas a terreno se realizó en febrero el sector Isla Magdalena comuna de Puerto Cisnes, oportunidad en la que los asistentes pudieron realizar un recorrido de interpretación ambiental, observando flora y fauna, relatando historias y conociendo más sobre la pesca artesanal de Merluza austral. Durante esta navegación pudieron observar tres especies de cetáceos (delfín chileno, austral y nariz de botella), momento en el cual pudieron poner en práctica lo aprendido durante los talleres en cuanto al protocolo de buenas prácticas de avistamiento y conversar sobre las principales características de estas especies. De la misma forma durante la primera semana de marzo se realizó segunda salida con los voluntarios de Raúl Marín Balmaceda, en una navegación hacia el Fiordo «Piti Palena» y brazo «Pillan», destacando el avistamiento de dos especies (delfín chileno y delfín austral).
Entre los participante de la primera salida se encontraba el director de Sernatur Gabriel Inostroza, quien señaló “el aporte de este tipo de actividades es que hacen partícipe a la comunidad local del turismo y la actividad científica. Este primer censo es un buen ejemplo de cómo ir conformando un producto turístico sustentable, en donde el turismo puede llegar a constituir en un aliado de la conservación. Para Sernatur estas actividades resultan muy importantes ya que es una contribución al desarrollo del turismo científico y el ecoturismo. La observación de cetáceos está en ciernes, pero sin duda, tiene un gran potencial de desarrollo, realizándolo de manera responsable y cuidadosa, generando además un impacto económico positivo en la población local, repercutiendo positivamente en la conservación de nuestra rica biodiversidad”.
“El aprendizaje que me dejó de esta actividad fue principalmente distinguir las tres especies de cetáceos que se avistan en la zona, además de conocer cuáles son las buenas prácticas de avistamiento y ponerlas en práctica. Me parece que este tipo de actividades son muy importantes y me alegro de ver tantas personas preocupadas por el cuidado de estas especies, ya que también nos ayudan a observar de otra manera el mar», comentó el operador turístico y miembro de la red de actores de Turismo Científico, Claudio Matamala.
Finalmente las organizadoras de esta iniciativa, Jacqueline Boldt, Geografa de la U. de Chile quien cursa actualmente un Máster de Ecología de la Universidad Autónoma y Universidad Complutense de Madrid con el “Laboratorio de socio-ecosistemas, y Maria Jesus Montti, Administradora en Ecoturismo de la UNAB, coordinadora de la actividad, comentaron: “las salidas a terreno se realizaron como «hito de cierre» del primer censo comunitario de cetáceos, con la intención de compartir las principales experiencias de avistamientos entre los participantes, al mismo tiempo que se disfrutaba de un recorrido recreativo. De esta manera se logra hacer de la conservación un objetivo común capaz de beneficiar, no sólo a la salud de los ecosistemas y de especies emblemáticas como los cetáceos, sino también a la comunidad; esto a través de la educación ambiental activa que sitios privilegiados como los que tiene el litoral de Aysén pueden proveer. A esto se le suma el incentivo del ecoturismo potencial a desarrollar en estas localidades en que actividades como el censo comunitario de cetáceos son capaces de fortalecer”.