Encantadora “Tres tristes tigres”, de Sieveking y actores de primera: Patty López, Erto Pantoja y Remigio Remedy
Por JCR.-
Una obra clásica de Alejandro Sieveking, con actores de primer nivel: Patty López, Erto Pantoja y Remigio Remedy y una dirección de categoria Willy Semler.
El chileno de medio pelo, mediocres a medio morir saltando, llenos de deudas, acosados por la inevitable derrota, pero arribistas insoportables en un país, perdona lo directo, un país culiado, «horroroso Chile». De eso se trata la obra de Alejandro Sieveking, «Tres Tristes Tigres» que se estrenó inicialmente el 30 de junio del año 1967.
Tantos años después, la obra de teatro es vuelta a presentar con mucha calidad y solvencia profesional de los actores Patricia López, Erto Pantoja, Remigio Remedy y Kiki Rojo y dirigida por Willy Semler.
Vintage Semler. Quiso el director Willy Semler que la obra «Tres Tristes Tigres» del 2015, fuese un montaje de época, un vintage de fines de los años 60. Los trajes y la escenografía como de los 60, un departamento del centro de Santiago como de los 60. Un tocadisco de los 60. Discos de vinilo con música de los 60. Los personajes hablan como los 60. Hablar como de los 60 es lo más fácil, los chilenos no hemos cambiado mucho nuestra forma coloquial y media tontorrona de hablar.
Chilenitos que aparentan y que desean salir de sus deudas, ascender en sus trabajos de mierda, todo como si fuese comedia, aunque es la historia de vidas frustradas, profundamente tristes, tal como somos los chilenos, tristes tigres.
Es una crítica a lo que somos, a esos deseos arribistas de vernos bien, aparentar más de los que somos, creer ser un tipo ganador, rotear a los demás, acusarlos de aparecidos, ser don nadie.
La crítica en los años 60 la aplaudió. Porque si bien la obra trapeaba con nosotros, parece que la gente de los años 60, tenía mayor conciencia de sus limitaciones. Sabían reírse más de sí mismos, a lo menos. Tenían humor.
Hoy esta crítica les resulta extemporánea a muchos chilenos advenedizos, ambiciosos de poca monta. No saben tomar distancia. Su ideología los atropella. Es muy dificil dialogar con ellos. El arribista de los 60 era hasta simpático. El arribista de hoy es medio fascista, un intolerable, un insoportable.
Vivimos igual de cagados que hace 50 años.
«Nunca salí del horroroso Chile» «Nunca salí de nada».
Pero ahora somos peores, los arribistas son peores. Los arribistas no tienen humor, ni conciencia de su pobreza de espíritu.
El gran talento de Alejandro Sieveking indagó en nuestros miedos, principalmente en nuestro miedo inconcebible a la pobreza.
«Tres Tristes Tigres» es una pequeña joya.
Vayan a verla!
