A ejemplo de lo que viene ocurriendo en Europa, las investigaciones indican que el Estado Islámico (EI) estaría ampliando la cooptación de integrantes en América del Sur. Los brasileros también estarían en la lista de los llamados «lobos solitarios”. El informe «Estado Islámico: reflexiones para Brasil” habría sido entregado al Palacio del Planalto por parte de los órganos de inteligencia, informando que hay un factor de riesgo para el país. Los estudiosos analizan qué está motivando a los jóvenes a alistarse en el EI.
Por: Cristina Fontenele
Agecia Adital – Mayo de 2015
Según las investigaciones, Estado Islámico estaría expandiendo la cooptación de jóvenes en América del Sur. |
En virtud de los preparativos de las Olimpíadas de 2016 en Río de Janeiro, el gobierno brasilero viene intercambiando informaciones con la Casa Civil sobre la cuestión del terrorismo. Afirma que el asunto está en la pauta de discusión, pero niega informes de inteligencia al respeto. Policías europeos estuvieron en Brasilia en febrero de este año para intercambiar informaciones con el gobierno brasilero.
Los «lobos solitarios” son extremistas que no integran la lista internacional de terroristas, por lo tanto tienen más movilidad y pueden ejecutar atentados aislados e imprevisibles en todo el mundo.
El número de disidentes occidentales que se unen al EI aumentó bastante en los últimos años: alrededor de 3.400, de acuerdo con autoridades del Ejército estadounidense (en su balance de febrero de 2015) y aproximadamente 550 mujeres, según un relevamiento de la consultora de seguridad The Soufan Group, con sede en Estados Unidos y en el Reino Unido.
Un reciente documental de una periodista francesa, que se alistó de incógnito en el EI, muestra la rutina de los combatientes que se entrenan en una plaza de París y cómo el grupo terrorista recluta a jóvenes europeos.
Una campaña de contra-propaganda del Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un video para disuadir el alistamiento de jóvenes en el grupo terrorista. Son imágenes extraídas de grabaciones que el EI usa para reclutar a militantes a través de las redes sociales. Con el título «Bienvenido a la Tierra del Estado Islámico”, el video, que muestra escenas fuertes de asesinatos, fue exhibido en canales como CNN, en Facebook, Twitter, Tumblr y Youtube. Mensajes como «Think again, turn away» («Piénselo de nuevo, dese la vuelta») pretenden combatir la fantasía heroica promovida por el EI.
En entrevista con Adital, la profesora del curso de Ciencia de la Religión de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, Lidice Meyer, señala que estamos viviendo una crisis de valores mundiales, con una juventud que busca valores morales más rígidos. Esta crisis ha afectado el imaginario juvenil, incluyendo el brasilero, dejando al joven vulnerable ante las promesas del EI.
«Es como si los valores de los padres no sirvieran más para la generación actual. Entonces, el joven busca dentro del Islam reglas fuertes. El joven cuestiona los valores de los padres, pero se deja seducir por lo que viene de fuera. En realidad, la búsqueda es por seguridad y apoyo”, observa.
De acuerdo con la profesora, los jóvenes ven en el Islam la promesa de aventura y la posibilidad de estar contribuyendo a resolver los problemas sociales. Así, «dan un sentido a su propia vida”. El EI facilita el viaje del joven a Medio Oriente y provee apoyo emocional y financiero. Entonces, aquel joven que tiene una familia desestructurada termina seducido por el ideal del grupo extremista. Ven en ese viaje una forma de «luchar contra el capitalismo que subyuga al mundo”.
Lidice recuerda que en la época de la explosión de las Torres Gemelas, en Nueva York en 2001, la sobrecarga de imágenes con escenas del atentado y de las personas muriendo acabó despertando el interés por el Islam.
Mujeres
Existe también la cooptación orientada específicamente a las mujeres. Lidice comenta que en las redes sociales se postean fotos de jóvenes en casas bonitas, comidas sabrosas, mascotas. «Todo construye la idea de vida normal y hasta mejor que la que la joven tendría hoy en su país de origen”, resalta.
El EI construye también una imagen «novelada” de la mujer, como si ella participara en la lucha armada y política en «pie de igualdad” con el hombre. La joven acaba pensando que «está haciendo un bien al mundo”. Es común el posteo de fotos con mujeres empuñando armas.
Otro factor de seducción, de acuerdo con la profesora, es el sueño del compañero único, «maduro”, que aguarda a una muchacha con los mismos ideales sociopolíticos que él. La mujer también tiene en su imaginario el casamiento con el «héroe”, con el «príncipe encantado”, explica.
Los medios de comunicación
Lidice destaca que el mayor papel de la prensa debe ser primero diferenciar al Islam del Estado Islámico (EI). El Islam es una institución religiosa, el EI es una institución política, un grupo terrorista que utiliza el Corán de manera fundamentalista. Como en toda religión, puede haber interpretaciones fundamentalistas y relaciones de violencia, como por ejemplo las que hubo en la Iglesia Católica y hasta en el Budismo. El EI no representa al Islam, aunque tenga fundamentos religiosos.
Los medios de comunicación favorecen la propagación, repetidas veces, de imágenes violentas y no profundizan la cuestión. Ese joven que ya está acostumbrado a juegos violentos, en los que la muerte es una constante, termina naturalizándola con imágenes chocantes como las de videos del EI degollando a personas. Las redes sociales también han contribuido bastante en la construcción de la imagen del EI.
Para la estudiosa, en Brasil nos estamos acostumbrando a las imágenes violentas. Según ella, es común en Río de Janeiro, por ejemplo, ciudad donde vivió, que haya un cadáver en la calle y que las personas pasen normalmente al lado como algo banal.
Imágenes de mujeres en el combate son divulgadas por el Estado Islámico para atraer a las jóvenes a la causa. |
Diálogo
De acuerdo con la profesora, también en Brasil corrientes como los sunitas y chiítas no consideran al EI como un representante del Islam y se niegan a apoyar a esa facción. Todos los sheiks que actúan en el país bregan por la paz, la convivencia y la tolerancia.
En esa perspectiva, no hay posibilidad de diálogo entre grupos extremistas y la religión islámica. «Ya que se consideran los detentores de la razón y de lo que es cierto, el EI no recibiría ni al Papa Francisco, si fuera el caso”, concluye Lidice.
De un modo general, el extremismo del EI ha generado una ola de intolerancia entre las personas que terminan confundiendo religión con terrorismo.
*Lidice Meyer es profesora del curso de Ciencia de la Religión del Mackenzie. Tiene un pos-doctorado en Antropología e historia por la Universidad de San Pablo (2014) y un doctorado en Ciencias Sociales (Antropología Social) por la Universidad de San Pablo (2005). Tiene experiencia en las áreas de antropología cultural, antropología de la religión, antropología bíblica, antropología para la psicología, antropología de la nutrición, ética y ciudadanía, ciencias de la religión, magia y religión.