Sorprente. Los edificios del centro de la ciudad de Malmö se ven relucientes, brillantes. Han pasado 20 años desde la ultima vez que estuve aquí y todo me parece ahora un ciudad rica, que ha conservado y mejorado su esplendor y su patrimonio. La ciudad ha crecido, sí. Pero la belleza de sus antiguos edificios es sorprente. Está mejor.