En diálogo con “Gente de a Pie”, el investigador Julio Vezub relató cómo halló los restos del cacique Sakamata Liempichun, profanados y robados en 1896 por el Conde Henry de la Vaulx.
Vezub -Profesor de historia de la Universidad de La Patagonia e investigador del CONICET- se encontraba investigando por una beca de cooperación internacional el itinerario del Conde De la Vaulx por la Patagonia en 1896.
El expedicionario francés recorrió desde Carmen de Patagones hasta el Estrecho de Magallanes, contactándose con los principales caciques Mapuches y Tehuelches, en búsqueda de joyería y piezas textiles, pero sobre todo, profanar tumbas, que era su verdadero interés.
Según relata el historiador argentino, en su crónica ‘Viaje por la Patagonia’ el francés “cuenta un par de episodios donde tuvo que evitar que lo acuchillarán en venganza por haber profanado la tumba de algún familiar. Incluso en el capítulo ‘Una cocina macabra’ relataba el modo en que cavaba las tumbas de noche, descuartizaba los restos de un par de muertos recientes y los cocinaba en una marmita para descanar los huesos, ponerlos en una caja y llevarlos a Francia”.
Con el paso de los años, la osamenta de Sakamata terminó en el “Musée de l’Homme” en París, y su mortaja funeraria, en otro museo, expuesto por error como una pieza textil de los pueblos amerindios.
Luego de su hallazgo, Vezub decidió informar Ángel Ñanco Sakamata, jefe de la comunidad mapuche-tehuelche y pariente de los Liempichu, con quien mantiene “una relación personal de cercanía, por ser ambos vecinos de Puerto Madryn”, según contó a la Radio Pública.
“El centro de la investigación tuvo el sentido de volver a religar estos objetos desparamados en los depósitos de distintas instituciones”, sostuvo Vezub, quien contó con la colaboración del colectivo de antropólogos GUIAS en la tramitación del pedido de restitución al Museo del Hombre de París.
FUENTE: Radio Nacional de Argentina
Junio de 2015
