Codelco debe informar a las comunidades, pero también al país en general, qué medidas de contención está tomando, cómo limpiará los sectores afectados, cuáles son los planes debidos en estas contingencias y cuáles son las medidas de reparación (reposición de suelo y vegetación afectada), que garanticen la calidad de vida y la salud de los territorios afectados.
Santiago, 14 de octubre de 2015. (Radiodelmar.cl)– Preocupación existe entre las comunidades locales y organizaciones de medio ambiente ante los reciente dserrames de concentrado de cobre por descarrilamiento de un tren que opera en la División Andina de Codelco . En menos de un mes han ocurrido dos derrames graves de concentrado de cobre en faenas de esta empresa estatal, uno en caleta Palito, bahía de Chañaral, y el último a orillas del río Blanco, cerca de Los Andes. En ambos accidentes las autoridades y la empresa le han bajado el perfil a los hechos, y los medios de comunicación han guardado un silencio cómplice.
Para una serie de organizaciones «es imprescindible que Codelco transparente la dimensión de estos derrames, la cantidad de concentrado comprometido, las características y áreas precisas impactadas, y para el caso de Andina, que dé cuenta del plan de emergencia, sobre todo ahora que se anuncian lluvias en el territorio».
En una declaración firmada por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA, Greenpeace y la Agrupación Ecologista Aconcagua, entre otras agrupaciones, se señala que es urgente que las instituciones de salud y fiscalización ambiental den cuenta de los procesos que han implementado para tomar conocimiento de la situación en el río Blanco y las medidas desplegadas para mitigar y contener sus efectos.
«Es urgente que los servicios públicos (superintendencia de medio ambiente, Seremi de Salud, DGA, Sernageomin, Seremi de Transportes, Municipio de Los Andes) se hagan presente y fiscalicen la situación con muestreos independientes para disponer de información a la brevedad, de modo de garantizar que la salud de los habitantes del río Aconcagua y la producción agrícola, sobre todo de la primera sección no se dañe», dicen las organizaciones.
Codelco es la empresa estatal que está diseñando un agresivo proceso de expansión, para seguir profundizando un modelo extractivista que debía traernos progreso y desarrollo, pero que a la postre ha generado dependencia, depredación, altísima conflictividad socioambiental, y niveles de contaminación cada vez más preocupantes, tanto en los ecosistemas, como en la clase política que posibilita los proyectos y en las comunidades vecinas a las faenas, acusan las agrupaciones ambientales.
Demandan también que Codelco debe informar a las comunidades, pero también al país en general, qué medidas de contención está tomando, cómo limpiará los sectores afectados, cuáles son los planes debidos en estas contingencias y cuáles son las medidas de reparación (reposición de suelo y vegetación afectada), que garanticen la calidad de vida y la salud de los territorios afectados.
Las organizaciones proponen que se constituya una mesa de trabajo sobre los riesgos del transporte y almacenamiento de este tipo de cargas, con una participación real de la sociedad civil y de los organismos competentes en la materia, para diseñar mecanismos que resguarden a los territorios y comunidades frente a este tipo de incidentes.
Las otras organizaciones que apoyan esta declaración son el Colectivo Estación Resistencia, Llay Llay, y el Centro Ecológico Churque, Lo Barnechea.