«Algunos tripulantes llevaban 27 días embarcados y tenían que dar otra vuelta a Punta Arenas y con esto superarían los 40 días”, subrayó la CUT Llanquihue.
Puerto Montt, 12 de noviembre del 2015. (Ecoceanos News)– A las 4 de la mañana del 9 de noviembre la motonave IDUN, CB 2290 con doce tripulantes a bordo más un aspirante a tripulante de máquina, la que transportaba 550.000 kgs de alimento para salmónidos, y la motonave AEGIR, CB, CBAQ con doce tripulantes a bordo sin carga, colisionaron en el canal Inocentes, Puerto Natales, Región de Magallanes. Ambas embarcaciones de transporte salmonero son de propiedad de la naviera Detroit.
Según la versión reportada a www.aqua.cl, por el Departamento Marítimo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Llanquihue, en la segunda de las motonaves mencionadas «el piloto se habría quedado dormido producto del cansancio de las extensas jornadas ( …) La razón sería la falta de descanso por las largas navegaciones y descargas en los centros de cultivo de salmón, y que en muchos casos la tripulación sale a las bodegas de los centros”, puntualizaron desde la CUT Llanquihue.
De igual manera, sostuvieron que en la naviera Detroit, propietaria de ambas naves, cuentan con un régimen de tres días trabajados por uno libre. “Al momento de la colisión algunos tripulantes llevaban 27 días embarcados y tenían que dar otra vuelta a Punta Arenas y con esto superarían los 40 días”, subrayó la CUT regional
Las naves operan desde la Región de Los Lagos a la Región de Magallanes, saliendo desde Puerto Montt hacia el estrecho de Magallanes, ruta que es habitual para el cabotaje marítimo de la industria del salmon.
Frente a esta nueva evidencia de sobreexplotación a los trabajadores del salmón, el Centro Ecocéanos afirmó que «esta nueva situación de abuso laboral deja en evidencia que la actual expansión territorial y productiva de la industria salmonera se basa en la sobreexplotación de los trabajadores y la destrucción del medio ambiente marino costero de las regiones de Aysén y Magallanes».
Según la organización ciudadana «los consumidores internacionales deben tener en consideración las malas condiciones laborales y sanitarias con que operan los monocultivos industriales de salmones y buscar realizar alianzas con las organizaciones de trabajadores, pescadores artesanales y de ciudadanos chilenos, de manera de poner bajo control esta abusadora industria, que habitualmente viola la legislación laboral, sanitaria y ambiental».*****FIN*****
