La victima formó parte en una expedición de rescate de equipamiento militar que había caído a una grieta.Este hecho no fue informado al Departamento Antártico del Ejército, así como tampoco se dio cuenta de la misión de rescate.
Punta Arenas, 27 de noviembre de 2015.(pjud.cl)– La Corte de Apelaciones de Punta Arenas confirmó hoy –viernes 27 de noviembre– la sentencia dictada por el Segundo Juzgado de Letras de la capital magallánica, pero elevó la indemnización que debe pagar el Estado de Chile a $239.000.000 (doscientos treinta y nueve millones de pesos) a los familiares del suboficial del Ejército, Fernando Marcial Burboa Reyes, fallecido en septiembre de 2005, mientras realizaba una operación de rescate de maquinaría en la Antártica.
En fallo unánime (causa rol 183-2015) el tribunal de alzada –integrado por los ministros Víctor Stenger, José Octavio Flores (s); y la fiscal judicial (s), Connie Fuentealba– confirmó, con costas, la sentencia de primera instancia, dictada por el juez (s) Javier Toledo, el 24 de febrero pasado, que condenó al Estado chileno por su responsabilidad extracontractual en el deceso de Burboa Reyes, «en un acto de servicio en funciones propias del Ejército de Chile, como lo dispone el inciso cuarto del artículo 66 (68) de la Ley Orgánica Constitucional, a consecuencia de lo cual queda establecida la responsabilidad civil del Fisco».
«El tribunal comparte plenamente los razonamientos del tribunal de primera instancia para determinar «el daño moral sufrido como consecuencia de la muerte del suboficial Burboa Reyes, por parte de su cónyuge, María Angélica Ruiz; y sus hijos Evelyn Lorena y Fernando Andrés -ambos de apellidos Burboa Ruiz», sostiene el fallo.
Sin embargo, el tribunal teniendo en consideración la gravedad de los hechos, elevó la indemnización decretada en primera instancia, fijando el monto que el fisco debe pagar por concepto de daño moral a María Angélica Ruiz Hernández, viuda de Burboa Reyes, en la suma de $100.000.000 (cien millones de pesos); y para los hijos de la víctima, Evelyn Lorena y Fernando Andrés Burboa Reyes, en $50.000.000 (cincuenta millones de pesos) para cada uno.
En tanto, mantuvo el monto de la indemnización -fijada en primera instancia- para la madre de la víctima, Sara Luisa Reyes Riquelme, en $15.000.000 (quince millones de pesos), y para cada uno de los hermanos, Pedro Roberto, Aldo Ismael y Germán Reinaldo Burboa Reyes, en $8.000.000 (ocho millones de pesos).
Los hechos
El suboficial Fernando Burboa Reyes formaba parte del personal del Ejército de Chile destinado en la Base Antártica «General Bernardo O’Higgins Riquelme». El 28 de septiembre de 2005, Burboa Reyes formó parte en una expedición de rescate de equipamiento militar que había caído junto al trineo «Orión», en una grieta el 6 de septiembre de ese año.
Incidente que en dicho periodo no fue informado al Departamento Antártico del Ejército, así como tampoco se dio cuenta de la misión de rescate del equipamiento perdido, que se emprendió 22 días después por orden de los comandantes Mauricio Toro Pardo y Armando Ibáñez Changarotti.
Además, ambos comandantes impusieron al personal la prohibición de informar lo sucedido a las autoridades superiores, como asimismo transmitir dicha información incluso a sus familiares en las comunicaciones periódicas que estos sostuvieran (el llamado secreto antártico).
Asimismo, Toro Pardo e Ibáñez Changanotti falsificaron un documento para autorizar la operación de rescate.
En la operación, el suboficial Fernando Burboa Reyes, el capitán Enrique Encina Fajardo y el mecánico de telecomunicaciones, suboficial Jorge Humberto Basualto Bravo perdieron la vida tras caer en una grieta cuando se movilizaban en un Carro Snow-Cat.
Los militares fallecidos fueron trasladados hasta el refugio «Abrazo de Maipú», lugar en el que se quedaron por tres días, hasta que las condiciones climáticas permitieron su traslado hasta la Base O’Higgins, y posteriormente -una vez que el clima lo permitió-, su traslado a la ciudad de Punta Arenas.
Las autopsias de rigor practicadas a los cuerpos de los funcionarios del Ejército fallecidos, indican como causa de sus muertes la hipotermia.