Daniel Melo (PS), Camila Vallejo (PC) y Cristina Girardi (PPD) mantuvieron firme su postura de protección general de los glaciares, incluida en el proyecto de ley presentado en 2014. Otros sectores de la coalición gobernante junto a la derecha apoyan la destrucción de glaciares
Con votos de la derecha el gobierno logró sacar adelante la norma que mantiene los glaciares desprotegidos, frente a la creciente intervención de la minería. Los artículos aprobados el miércoles último durante la sesión de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados establece que solo podrán ser protegidos bajo la figura de “reserva estratégica” los glaciares que demuestren su “relevancia hídrica”, procedimiento que se restringirá a aquellos de mayor volumen o que se encuentran en zonas de probada estrechez hídrica.
Para este efecto, anualmente la Dirección General de Aguas (DGA) propondrá un listado de glaciares recomendados para ser declarados en esta categoría, pudiendo cualquier persona reclamar de esta calificación si considera que afecta sus derechos individuales. Esta fórmula, ideada por el gobierno, deja la puerta abierta para que las empresas mineras impidan la protección de los glaciares argumentando que declararlos como reservas estratégicas afectaría sus concesiones.
La votación de este articulado, considerado el corazón de la Ley de Protección de Glaciares, se produjo luego de un mes de tensiones entre el gobierno y los parlamentarios de la Nueva Mayoría integrantes de la comisión.
Los diputados Daniel Melo (PS), Cristina Girardi (PPD) y Camila Vallejo (PC) mantuvieron su posición de proteger todos los glaciares, en coherencia con el proyecto de ley que presentaron el 20 de mayo de 2014 junto a un amplio grupo de legisladores en el marco de la Bancada Glaciar. En esta postura fueron respaldados al interior de la comisión por el RN Jorge Rathgeb.
Visiones encontradas
A principios de este año el gobierno intervino la iniciativa mediante una indicación sustitutiva con el fin de mantener la prioridad de los derechos de la minería a intervenir en los territorios en que se encuentran estas importantes masas de agua congelada.
La propuesta gubernamental provocó un profundo quiebre en la Bancada Glaciar, pues aunque los diputados Patricio Vallespín (DC) y Andrea Molina (UDI) patrocinaron el proyecto de 2014, posteriormente se alinearon con las indicaciones del Ejecutivo que restringen la protección de los glaciares. Especial contradicción se constató en los votos de la diputada Molina, pues aunque declaró su intención, presentando una indicación junto a Leopoldo Perez (RN), de proteger todos los glaciares motivada por la inquietud de sus votantes de Aconcagua que están siendo afectados por la minería de Codelco (Andina 244), finalmente en un giro en 180 grados apoyó la propuesta del gobierno junto a sus correligionarios Celso Morales y David Sandoval. Se sumaron a esta decisión los parlamentarios de la Nueva Mayoría Marcelo Chávez (DC), Christian Urízar (PS) y Fernando Meza (PRSD).
“No compartimos que la presunción pactada por el Ejecutivo no incorporara el 100 por ciento de los glaciares y por tanto voté en contra de cada una de esas indicaciones, cuestión que vamos a reponer en el debate de la sala una vez que el proyecto pase a esa instancia” indicó Daniel Melo. Agregó que “no hay glaciares de primera y segunda categoría, sobre todo en el contexto de cambio climático y más aún en zonas de escasez hídrica”.
En este sentido recordó que esta semana la presidenta Michelle Bachelet declaró como zona de escasez hídrica toda la región de Coquimbo, “pero cuando uno mira el proyecto de ley del Ejecutivo uno ve que en esa misma zona ninguno de los glaciares está incorporado en parques y tampoco en lo que el gobierno ha planteado como ‘reserva estratégica glaciar’”.
Con esta votación, el ministro del Medio Ambiente Pablo Badenier consumó la postura de la agenda ambiental del gobierno supeditada a las prioridades de los inversionistas, tal como le habría sido mandatado desde el ministerio de Hacienda. Para las organizaciones la administración de Michelle Bachelet evidenció una vez más su incapacidad para cumplir con sus compromisos y la total incoherencia con la política nacional de adaptación al cambio climático, que expresa claramente la importancia de proteger los glaciares como reservas de agua dulce.
Como parte de un conjunto de agrupaciones ciudadanas que apoyaron desde sus inicios la iniciativa para proteger los glaciares, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, acusó que «el gobierno ha tergiversado el proyecto original presentado por los parlamentarios para permitir que la minería siga interviniendo la alta montaña” y apuntó al empeño permanente del ministro de Medio Ambiente, con la complicidad de los parlamentarios Vallespín, Chávez, Meza y Urízar, “de sacrificar las reservas de agua del país con el objetivo de dejar la cancha libre a las faenas de Codelco que intervienen glaciares en las divisiones Andina y Teniente«. En el fondo, se deja expuestas las regiones de Atacama y Maule, que son las zonas donde más se necesita agua
«El gobierno de Michelle Bachelet ha dado un duro golpe a la posibilidad de considerar que es una administración que está de lado de la protección del medioambiente y las comunidades más vulnerables” concluyó.