Por JCR.-
Lo dijo ayer lunes en la noche en el programa de TVN, Vía Pública, la comentarista de excelencia y prestancia, María de los Ángeles Fernández. Ella, con su tono suavecito y con su simpático seseo, se lo dijo mirando al demócrata cristiano, Clemente Pérez:
“Si lo ponemos en perspectiva, no hay que dramatizar. No hay que ponerle un dramatismo adicional en lo que está hoy día la DC.”
Y agregó la frase precisa:
“La DC siempre como que se sienten pasados a llevar, te lo digo con todo cariño, Clemente Pérez, ustedes tienen una lógica plañidera, de llorar, llorar, llorar. Es una constante, no es solo de ahora. Eso debería llevarlos a ustedes a una auto reflexión, han perdido un millón de votos, no tienen líderes posicionados, y el presidente que tienen ahora, Jorge Pizarro, no logra canalizar y procesar las diferencias que ustedes tienen.”
Clemente Pérez no podía creer lo que escuchaba. Abrió los ojos más de la cuenta. Parece que hasta sus dientes del medio se abrieron más de lo normal.
«Te lo digo con todo cariño, Clemente, eh»
Como acostumbra, Pérez intentó cambiar el tema, repitiendo su riff preparado de antemano.
Pero ya era tarde.
Todos, tirados en nuestras cómodas camas, habíamos escuchado el mensaje de María de Los Ángeles: «ustedes los demócrata cristianos son llorones de naturaleza, eh»
Y esto maravilloso en le tele:
«Te lo digo con todo cariño, Clemente, eh»
Por otro lado, frente a esta precisión analítica y cariñosa de María de los Angeles Fernández, otros “comentaristas”, como Colodro y Mayol, tienden a dramatizar.
Exageran y abultan.
Sobredimensionan de manera injustificada errores pequeños o conflictos intrascendentes. Como si cualquier conflicto fuese la guerra final. Como si la vida no necesitase conflictos.
Por ejemplo, el error de Max Colodro de ver grandes conflictos en todas partes es un error tan gordo gordo como su nariz gorda.
El narigón inventa frases que se venden en internet, pero que no significan nada: “La situación del ministro Burgos al interior del gabinete es insostenible”, dice el narigón Colodro, pero el Ministro sigue ahí trabajando desde tempranito y hasta muy tarde en La Moneda.
La columna “La Presidencia vacante de Bachelet” del jacobino mapochino de Alberto Mayol es tan larga como su melena. Y el texto es más aburrido que chupar una teta con corpiño.
Y querido Alberto, no mires de ese modo, como si fueses un criminal, que lo que te digo es verdad.
El melenudo lleva años prediciendo que el modelo está caído.
Quizá en algún momento le achuntes, Albertiño.
Los DC desearon crear un escenario, por la vía de pasearse por los canales de la TV.
Pero es un sainete y farsa pobre. Están muy lejos de generar nuevas realidades.
No se irán del gobierno tampoco, pues los DC corren el real riesgo de quedar en el Afelio y Perihelio: los puntos de la órbita más lejanos de la tierra.
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