Por JCR.-
Les gusta hablar solo a ellos. Les gusta hablar en ese tono ampuloso, aburrido, hinchado.
Todo lo que digan los demás es un atentado a la estabilidad del país.
Todo lo que a ellos no les guste, es tildado de opiniones de barras bravas.
¡Qué fácil es para ellos!
Estos políticos plañideros son como las gordas Fragatas portuguesas que aparecieron este verano en la playa central de Chile. No dejaron bañarse a nadie. Y no se les puede tocar. Sus tentáculos son muy largos.
Este caluroso verano esas Fragatas Portuguesas han escrito largas cartas, largísimas cartas publicadas todas en El Mercurio, en donde, básicamente, dicen que ellos son más grandes que su sombra. Sus tentáculos son de cuidado.
Lo dijimos a comienzo del año.
El asunto político empezó con llorones grandulones : Jorge Burgos, los 26 DC con su carta. Jorge Pizarro. Lo siguió Carlos Ominami y Pablo Longueira.
Este verano, las páginas de El Mercurio venían húmedas de tanto llanto.
Finalmente, se sumó José Miguel Insulza. Insulza no acostumbra a sorprender. Siempre hace analisis de cajón. Da argumentos y después los da vuelta y cree que eso es dialéctico.
Pero ahora sí sorprendió. Dijo José Miguel Insulza: «estamos en la situación mas nociva politicamente desde el 73».
José Miguel Insunza tenía conciencia de que había que exagerar. Pero terminó con una frase terrorífica, descuadrada.
¡Vieeene el 73!
(Pero, tenemos memoria. Fue José Miguel Insulza quien trajo al dictador Pinochet de vuelta a Chile.)
Las Fragatas Portuguesas lloran y lloran y se prestan el hombro entre ellos.
Y si la cosa no funciona, pues está la amenza: viene el 73, viene el 73.
Naaa. Aburren. Latean.
Así pasaron el verano las Fragatas Portuguesas impidiendo que el pueblo se bañara.
La costa ya no era ese mar que tranquilo te baña.
El mar estaba infectado de las Fragatas Portuguesas. No se les puede tocar y tiene tentáculos largos.
