La sede de la Sociedad de Escritores de Chile es una casona ubicada en la callecita de adoquines, Almirante Simpson 7, entre Vicuña Mackenna y el parque Bustamante, muy cerca de la Plaza Italia. La casa de ladrillo reforzado, una expresión de la modernización social y arquitectónica de principios del siglo XX, fue construída por el arquitecto de la Universidad de Chile, Julio Machicao Fuentes, en el año 1927. La casa conjuga elementos provenientes de los estilos neo-gótico y Art Decó y fue adquirida en la década del 60 por la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y fue declarada monumento nacional el año 2008. En su interior se encuentra el Refugio López Velarde, también conocido como “La Taberna”, donde muchos escritores han apoyado el codo.
Muchos de los más destacados escritores nacionales han formado parte de la SECH. Algunos han obtenido el Premio Nacional de Literatura, y dos de sus socios obtuvieron el Premio Nobel de Literatura: Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Es indudable que este gremio ha contribuido en su historia a través de su trabajo de difusión y apoyo a la literatuta y a la construcción de una mirada crítica de la sociedad mediante los aportes literarios y culturales.
Elecciones el sábado y 19 candidatos al directorio.
El sábado 23 hay elecciones en el SECH. Según sus estatutos es el Directorio de la Sociedad quien conduce de los asuntos de la SECH. El directorio está integrado por 11 miembros que duran dos años en sus funciones, elegidos por los socios. Elegirán a sus directores para el periodo 2016-2018. Ciertas informaciones inoficiosas indican que tienen derecho a voto alrededor de 2000 socios de la SECH. Aunque los últimos años habrían votado solamente alrededor de 200 o 300 socios.
¿Qué se juega en la elección del gremio?
El poeta Alftedo Lavergne fue elegido director en la elección pasada. Ahora va a la reelección.
RdM conversó con el poeta Alfredo Lavergne y estas fueron sus palabras:
¿Cuál es tu diagnóstico sobre la Sociedad de Escritores?
La Sociedad de Escritores de Chile tiene un estatuto obsoleto y ajeno a las problemáticas del tiempo presente. Hoy el tema de la probidad es de vital importancia para las instituciones. En los estatutos de la SECH se habla de comisiones revisoras de cuentas y disciplinarias. En el caso de la primera, cada administración tiene que ser evaluada y en ese sentido, las comisiones revisoras tienen su rol. Existe un contexto donde la honestidad, la transparencia, la confianza en las instituciones -y la SECH no es excepción- están en tela de juicio. En este territorio actualmente las comisiones disciplinarias corren el riesgo de responder a los directorios en ejercicio: abandonando sus facultades.
Afirmamos que el estatuto de la SECH es obsoleto, porque responde a mayorías eventuales, la asamblea en el caso de la SECH es la instancia de mayor relevancia, por sobre el directorio; esta asamblea debiera elegir dentro de sus socios “notables” a un tribunal ético permanente que se active en determinados casos. Este tribunal debiera ser nombrado al menos por cuatro años, como atributo exclusivo de la asamblea. Las formas de control de la administración, la gestión y circulación de proyectos e iniciativas donde la SECH tenga presencia, debe ser de conocimiento general de los socios, en información pública, a requerimiento de cualquiera.
Necesitamos un sistema electoral donde la democracia interna se exprese, este modelo de voto donde un socio puede votar por once directores es insostenible, en especial cuando el directorio es de once, así las minorías quedan excluidas de toda forma de participación dentro de la organización, lo que afecta su legitimidad y a la larga su prestigio. Es un modelo peor que el binominal, legado de la dictadura. Nosotros proponemos que cada socio vote por el cincuenta más uno, con ello se respetan las mayorías eventuales y el derecho de las minorías a tener presencia en las decisiones.
¿Qué piensas qué hay que hacer entonces?
En primer lugar que los directores cumplan con su función y eso significa asistir a las reuniones, exigir que las decisiones sean colegiadas como lo establece la ley que rige a las instituciones sin fin de lucro. Y que el directorio genere grupos de trabajo, comisiones que actualmente son inexistentes.
¿Qué rol tiene la SECH en la sociedad chilena?
En términos formales cumple un rol institucional reconocido por el Estado, que ninguna otra organización de escritores tiene. Sin embargo, la Sociedad de escritores, nunca en sus años de historia ha visto este reconocimiento de manera restrictiva, ha sido parte de social y política del país, de ahí que la señal política de las instituciones pares y las organizaciones sociales sea hoy tocar la corrupción como un tema político y no como el desvarío de alguna persona o grupo en particular. Eso dentro de temas propios, como el libro, el IVA, el derecho de los escritores, la crisis de lecto-escritura, compresión lectora, relación escritor-editores, etc.
Entonces, desde el nuevo Directorio impulsaremos estas reformas con vehemencia para mejorar el rostro social de nuestra institución, convirtiéndola en protagonista, junto a otras instituciones del mundo de la cultura.
Libros publicados de Alfredo Lavergne
Poeta chileno, Actualmente integra el Directorio de la SECh. Emigra a Canadá el año 1976, país en el que reemprende su tarea literaria y publica en diferentes medios literarios, donde logra dar a conocer su obra en extenso. Se radica en Québec, Montreal. Se suma al estudio de la obra huidobriana, al haiku (poesía japonesa) y a la creación literaria. Colabora en revistas especializadas, festivales y periódicos. Retorna a Santiago de Chile en 2005. Su obra ha sido incluida en diversas antologías y revistas. Ha publicado siete libros de poesía en castellano y tres bilingües en idiomas castellano-francés.
Libro publicados:
La cuestión natural de lo posible. Poesía, Arttegrama, Santiago, 2013
Entre luna y Perros. Novela corta, Arttegrama, Santiago, 2013
Cahier Fluvial, Montreal, Levres Urbaines 1997
El Puente, Montreal, Édition d’Orphée, 1995
La mano en la velocidad, Montreal, Édition d’Orphée, 1993
Alguien soñó que no moría / On ne rêve pas encore à la mort, Montreal, Orphée, 1993
El viejo de los zapatos, Montreal, Édition d’Orphée, 1991
Retro-perspectiva / Retro-perspective, Montreal, Édition d’Orphée, 1991
Palos con palitos, Montreal, Édition d’Orphée, 1990
Rasgos separados / Traits distinctifs, Montreal, Édition d’Orphée, 1989
Índice agresivo, Montreal, Édition d’Orphée, 1987
Alas dispersas, Montreal, Édition d’Orphée, 1986
Cada fruto, Montreal, Édition d’Orphée, 1986
Desde el suelo, Santiago, poemas 1980-1982.
