La cantidad de desechos producidos por la industria salmonera, en una década, equivale a un tren de carga con 64.119 carros con una longitud de 1.252 kilómetros. Eso equivale a un tren que una las ciudades de Santiago y Quellón.
Por: Marco A. Velásquez Uribe.
El movimiento de Chiloé comienza a ceder, algunas agrupaciones cierran acuerdos, la unidad se debilita y en pocos días Chiloé podría volver a su aislamiento habitual. La marea roja seguirá su curso, hasta que por condiciones naturales -en algunos meses más- todo sea “normal” e igual que antes. La crisis habrá parecido un arrebato social, apaciguado por la necesidad.
La industria salmonera tendrá un buen año, porque con menor producción los precios del salmón ya alcanzan niveles interesantes. El precio de las acciones de esas compañías, en la bolsa de Santiago, anticipa tal escenario. La tentación de la industria, de aprovechar la coyuntura económica para aumentar la producción y beneficiarse de una buena racha seguirá siendo su calvario. Continuarán presionando al Estado para que regule “barrios y densidades de jaulas de engorda” y así resolver lo que ellos no consiguen conciliar como agentes privados.
Se podría perder una gran oportunidad para obligar a un industria contaminante a internalizar los costos ambientales que produce, porque es innegable que impone graves externalidades negativas; sin desconocer los beneficios que produce.
Pero, ¿cómo dimensionar uno de los costos ambientales que provoca?
Según Salmon Chile, en la última década (2006 – 2015):
– La industria exportó 4.452.733 toneladas de salmón.
– Ello equivale a una cosecha de 5.343.280 toneladas de salmón vivo.
Considerando que por cada tonelada de salmón vivo, se producen 1,2 toneladas de desechos orgánicos compuestos por fecas y alimento no consumido:
– En la última década se han vertido al mar de las regiones de Los Lagos y Aysén (principales enclaves productivos), 6.411.936 toneladas de residuos orgánicos que afectan el hábitat acuático , incluyendo aguas y lecho marino.
Para dimensionar esa cantidad se puede emplear un ejemplo ferroviario. Considerando que un vagón de tren de carga tiene capacidad para transportar 100 toneladas, se concluye que la cantidad de desechos producidos por la industria salmonera, en una década, equivale a un tren de carga con 64.119 carros con una longitud de 1.252 kilómetros. Eso equivale a un tren que una las ciudades de Santiago y Quellón.
Todo eso vertido en una extensión de 200 kilómetros, que es dónde se realiza la mayor parte de la actividad salmonera del país.
Y para ser justo, hay que señalar que del lado de los beneficios, la industria salmonera, en igual lapso, ha exportado 28.222 millones de dólares, dando trabajo directo e indirecto, además de rentabilizar el capital de los inversionistas.
Hay mucho por hacer para que la industria salmonera internalice los costos ambientales que produce, y para asegurar que sea ambientalmente sustentable en el largo plazo.
El autor es Ingeniero Agrónomo y magíster en Economía Agraria de la PUC. Ha escrito diferentes artículos par Reflexión y Liberación, Fe Adulta, Amerindia, Adital y, más recientemente en Religión Digital en España y en Radio Cooperativa.