“Un bono de 100.000 pesos no solo no resuelve el problema, es una burla. Parece que el ministro Burgos es de billetera difícil y gatillo fácil, como habitantes de Chiloé damos total apoyo a las demandas expresadas por los pescadores afectados y sus familias a raíz de esta debacle medioambiental”, afirmó Sergio Ballesteros, vocero del joven partido político Revolución Democrática.
Santiago, 05 de mayo de 2016. (RD)– Lo que ha sido llamado por los medios de comunicación como crisis en Chiloé muestra “ la fragilidad e injusticia del modelo de desarrollo, que ha transformado a Chiloé en un lugar de sacrificio en pos de la depredación económica de recursos naturales”. Se trata, en definitiva, de “un modelo que distingue entre ciudadanos de primera categoría en la capital y de segunda categoría en el resto de Chile. Más allá de los fenómenos naturales, es una zona que ha vivido postergada: no cuenta con hospital con especialidades; su conectividad es deficiente, largos trayectos con rutas en mal estado; y no hay universidades públicas. Así, ocurre un fenómeno como la “Marea Roja” y los pescadores y sus familias se quedan sin nada”, desprotegidos, afirmó Revolución Democrática.
“La zona de Chiloé está en crisis porque primero ocurrieron problemas con la muerte de miles de salmones lo que afectó también al empleo que proporcionan las salmoneras y ahora la Marea Roja que afecta a los pescadores artesanales. Y no hay otras fuentes laborales en esa zona. Un bono de 100.000 pesos no solo no resuelve el problema, es una burla. Parece que el ministro Burgos es de billetera difícil y de gatillo fácil”, señaló Ignacio Arenas Coordinador de RD Castro
Como Revolución Democrática declaramos lo siguiente:
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El gobierno debe con urgencia dar curso a las investigaciones necesarias para despejar las dudas razonables de los habitantes de Chiloé respecto a la relación entre la contaminación de las aguas por las salmoneras y la marea roja. Organismos independientes y Universidades deben darse a la tarea de contribuir a despejar este tema que requiere una pronta aclaración pública como señal de tranquilidad para quienes viven en Chiloé.
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Las manifestaciones en Chiloé no pueden tener como respuesta estatal la represión de la protesta social por fuerzas especiales enviadas desde Santiago. Esta forma de respuesta del gobierno solo hace ahondar el conflicto y vulnerar aún más los derechos de los habitantes de Chiloé. El conflicto socio ambiental en Chiloé se suma a la larga lista de episodios en distintas regiones del país donde las comunidades locales se han visto afectadas por un modelo poco sustentable y que no considera sus realidades: Aysén, Magallanes, Freirina, Punta de Choros y ahora Chiloé. Tenemos que avanzar hacia un modelo económico que afiance derechos básicos para todos en salud, trabajo, educación y pensiones. Indispensable en este contexto es que el Estado responda con medidas que consideren una visión descentralizada; los conflictos socioambientales tienen su origen precisamente en el déficit que el Estado ha tenido en las políticas que ha implementado a nivel regional durante décadas y en el avance desmedido de industrias energéticas, pesqueras, mineras, agrícolas cuya implementación ha arrasado con las dinámicas locales.
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Queremos un Estado más eficiente, pero también empresas que cumplan con estándares ambientales. Las ganancias respecto del uso de los recursos naturales no pueden seguir siendo privadas y las pérdidas socializadas con las comunidades.
Por un nuevo modelo de desarrollo que incluya las necesidades y demandas de las comunidades, #DescentralizaciónAhora.
