Se hace necesario; a) la creación de universidades Mapuche que se manifiesta como un proyecto inclusivo, que apunta a la formación de jóvenes Mapuche y no Mapuche; b) Enseñanza del Mapuzugun como idioma oficial e implementación en instituciones de Educación Superior que se encuentren en Wallmapu; c) Implementación de políticas de reparación lingüísticas, que se traduce en creación y financiamiento de centros de inmersión par la revitalización del Mapuzugun.
Por: Federación Mapuche de Estudiantes
Taiñ futakeche feypikey: kuifi mew wallmapu mew tachi kom mapuzugulerkefuygun, welu chumull nga akulu ta pu winka, pataka küla mari xipantu getuy kechanentufuygun inchiñ ñi pu fukacheyem. Welu fantepu pu wekeche kinmekepaiñ kimün taiñ chegeal, inkamekepaiñ taiñ mapu, feymu wiñowixamaiñ tachi zugu mu taiñ kizugeneal, taiñ mapuche mongeleal.
En los últimos años estudiantes, dirigentes y federaciones agrupados en la CONFECH han venido discutiendo sobre diversos puntos en torno a la Educación chilena. De estas discusiones han emergido discusiones en torno a la gratuidad y financiamiento de la educación, su marco regulatorio, el tipo de educación pública, entre otros. Las actuales demandas, son reconocidas y compartidas por la gran mayoría de los estudiantes, además de ser representativas, pues estas han sido escogidas y validadas socialmente. En este contexto, compartimos los anteriores puntos que apuntan a la necesidad de una profunda transformación y reforma de tipo estructural.
Sin embargo, no podemos dejar de señalar la omisión de nuestras demandas como estudiantes mapuche. Considerando esto, se evidencia el fiel reflejo de la política chilena de exclusión, puesto que no se ha hecho una mínima mención y consideración de lo que ocurre con el derecho a la educación propia, derecho que se reivindican como pueblos indígenas. Pero esta situación no es casualidad y probablemente se siga tropezando con la misma piedra en la medida que se reproduzca el modelo colonial y se siga viendo el tema indígena como ajeno a la realidad social actual. Desde nuestra perspectiva, existe una línea muy delgada entre las buenas intenciones y la reproducción de políticas similares a las que cúpulas de las clases dirigentes han acostumbrado a utilizar lo largo de la historia: el ocultamiento y olvido de la “Otredad”. El miopismo homogeneizador no permite ver más allá del discurso unitario y central heredado de la elite dirigente y ha calado profundo incluso en las clases populares.
Es por ello que es necesario proponer como movimiento estudiantil, una sociedad que transforme el carácter eurocéntrico, discriminador, racista y de orden clasista que ha sido incapaz de reconocer la diversidad y riqueza cultural que no tan solo intentan dominar a los pueblos indígenas, sino a la sociedad en su conjunto. Es por ello que debemos actuar de forma conjunta y encarar al Estado de Chile y en este caso particular al MINEDUC, cuya desaprobación según la encuesta Adimark la Ministra Adriana Delpiano tiene un 65% de rechazo, la reforma educacional tiene un 49% de aprobación, por su parte el manejo del tema Mapuche cuenta con un 82% de rechazo, sumado a esto el Intendente de La Araucanía desconoce la existencia del Pueblo Mapuche.
A diez años de la llamada revolución pingüina, donde muchos de nosotras(os) participamos de manera activa, podemos ser testigos de que las demandas de las(os) estudiantes indígenas no han sido abordados con la profundidad que amerita reconocer la diversidad de pueblos. Conscientes de este contexto,han sido diversos pueblos indígenas (Mapuche, Rapa Nui, Aymara, Quechua, Likan Antay, Kaweshkar) los que se han manifestado en pos de la construcción de su propia educación, sin embargo estas no han hecho eco, por ende no han dado respuesta a las legítimas demandas que estos han presentado en torno a la educación. Con la idea de transformar la sociedad, idea que como movimiento estudiantil se ha señalado con ímpetu, se necesita de importantes cambios en los espacios cotidianos, institucionales y educativos. En el solo hecho de recorrer los territorios ancestrales de norte a sur, podemos darnos cuenta de la imposición violenta de un Estado que necesita moldear aquella chilenidad a través de la educación.
En este contexto se hace necesario; a) la creación de universidades Mapuche que se manifiesta como un proyecto inclusivo, que apunta a la formación de jóvenes Mapuche y no Mapuche; b) Enseñanza del Mapuzugun como idioma oficial e implementación en instituciones de Educación Superior que se encuentren en Wallmapu; c) Implementación de políticas de reparación lingüísticas, que se traduce en creación y financiamiento de centros de inmersión par la revitalización del Mapuzugun.
Basado en lo anterior yace la necesidad de articular un nuevo sistema que permita dar solución a las problemáticas sociales y regionales por medio de las universidades como herramientas a disposición de sus comunidades, es que hacemos el llamado a discutir en torno a este tipo de problemáticas, atingentes en el contexto de lo que se ha denominado cambios estructurales en el sistema educativo. Poniendo sobre la mesa la construcción de una visión y sociedad plurinacional, pluricultural y plurilingüística, de este modo se podrá comenzar a comprender y emprender esos cambios estructurales que se anhelan.
Equipo de comunicaciones FEMAE, junio de 2016