24 - noviembre - 2024

¿Un Ministerio para las represas de Aysén?

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Pese a que este gobierno fue quien le puso la lápida al proyecto HidroAysén, la autoridad no renuncia a la idea de desarrollar la hidroelectricidad en la Patagonia.


Por: Peter Hartmann,
Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida
17 de agosto de 2016


 

Mientras continúa el dilema de escribir sobre las olimpiadas, o el oscurantismo político o de temas energéticos, nos encontramos con un artículo sobre las posibilidades de interconexión eléctrica entre Chile, Argentina y Perú, que hace inclinar la balanza. Mal que mal, a nuestro ministro de Energía esto de exportar electricidad le parece encantar y electricidad le sobra. ¡Y pensar que a estas alturas según las predicciones de HidroAysén ya deberíamos estar quedando a oscuras en los estadios y las chicas con su pelo mojado y sin alisar por la crisis y apagones! Indicadores de ignorancia, mitos, falacias y oscurantismo energético abundan, como para sacar más de alguna medalla.

¿Y qué dice el artículo aquel en su último párrafo bajo el titulo “Exportar desde Aysén”? “Pese a que este gobierno fue quien le puso la lápida al proyecto HidroAysén, la autoridad no renuncia a la idea de desarrollar la hidroelectricidad en la zona. De hecho, hay dos directrices gubernamentales que apuntan en esa dirección: que el 70% de la electricidad al 2050 provenga de fuentes renovables, lo que es posible con la energía hidráulica, y la mención a desarrollar el potencial hidroeléctrico de Aysén. Según comentan ejecutivos del sector, hay un interés de inversionistas privados por desarrollar una central de embalse en la zona – distinta a Río Cuervo e HidroAysén – para exportar la energía a Argentina.

Una línea de transmisión a la nación transandina es más económica que un trazado de Aysén a Puerto Montt, debido a que en Chile se requiere un cable submarino para inyectar la energía al sistema eléctrico. Esta idea ha sido planteada extraoficialmente a los gobiernos de Chile y Argentina”. (E y N, E.M.7.8.2016).

Lo insólito de esta información es que aparece mientras, tras más de seis meses de demora, se publica finalmente la Resolución con que el Comité de Ministros da la pasada al proyecto Río Cuervo. Y mientras el propio ministerio nos tiene entretenidos con estudios de diagnóstico y ejercicios para una política energética regional. Estudios y ejercicios en que, como ya mencionamos en una columna anterior, ha estado forzando todo de una u otra forma con tal de imponer los escenarios y opción de las megacentrales de embalse y la exportación, “rehidroaysenizando” una discusión que el propio ministro pidió en su momento de “deshidroaysenizar”.

Claro, a lo mejor ahora no es HidroAysen, sino otros proyectos similares con los que nos las tenemos que ver. Es más, con un ministerio que parece obstinado con la idea y por lo visto moviéndose en las sombras para evitarse el costo político y que le funen sus planes. Por otro lado vale preguntarse ¿En la Patagonia Argentina necesitan esa energía? Vale recordar que allá tienen petróleo, gas y viento de sobra. Además un consorcio chino se encuentra comenzando a construir un megaproyecto hidroeléctrico en el Río Santa Cruz.

La verdad es que así, entre gimnasia político-técnica y medallas de oscurantismo, nos encontramos, por un lado, con esa realidad y la advertencia de que el ministro Pacheco Matte declaró públicamente que quería usar 96 cuencas para obtener 15.000 MW y que para eso son los “polos de desarrollo eléctricos”, y por otra, con el mismo ministro que en otro artículo, este del 1° de julio, donde expresa que HidroAysén está cerrado para el gobierno mientras agrega que están haciendo “un enorme esfuerzo para impulsar proyectos hidroeléctricos de tamaño pequeño y mediano”, agregando que “es obvio que aparecerán otros proyectos que puedan darle a la región una energía limpia” (E y N, E.M).

Habría que ver qué es lo que el ministro entiende por proyectos medianos y energía limpia. Eso, porque hace rato tenemos diferentes acepciones e interpretaciones en este tipo de palabras que para nosotros tienen un significado y para ellos y las empresas tienen otros.

Por lo demás, con las salmoneras pasa lo mismo. Es cosa de ver como a estas alturas todos los proyectos mega que se precien son “sustentables”, “limpios”, “renovables”, “de energía continua”, mientras aquellos de energías renovables no convencionales, hacia donde se mueve el mundo energético y que son lo mas lógico para las necesidades regionales de Aisén, son etiquetados, menospreciados y motejados como “intermitentes”, “caros”, “complicados”, “ tecnología poco conocida y como para mas al futuro” y solo como “solución parcial”. En eso tampoco ha cambiado mucho desde los tiempos de HidroAysén cuando esa empresa insistía en hacer exactamente lo mismo.

La verdad es que todo esto da pena de ver como un aparente compromiso gubernamental por una “Patagonia sin Represas” paso a ser solo para HidroAysén (¿momentáneamente?). Y como una Agenda de Energía que se veía auspiciosa y una reforma energética que era más que necesaria, se han ido retro -transformando en “más de lo mismo”, en manipulación centralista, en la reaparición de los poderes en la sombra y alimentando la desconfianza ciudadana.

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