25 - noviembre - 2024

Encasillamiento de profesores y la desilusión ha llegado. Mayoría de los profes no tienen promoción en sus sueldos

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El día de la gran desilusión ha llegado. Las alertas tempranas de parte de los profesores se han hecho una triste y palpable realidad. Los datos que se mantenían en una especie de absurdo secreto por el Ministerio de Educación se ha develado. El mentado mejoramiento de las remuneraciones de los profesores de Chile es una mentira, según los resultados del encasillamiento de los profesore que se han publicada hoy. El sistema es simplemente una vergüenza nacional.
En el sitio Web www.politicanacionaldocente.cl las y los profesores podrán conocer los tristes resultados de su encasillamiento.
El artículo del profesor de Seba Vicencio afirma que solo el 6% de los profesores en Chile pertenecerán al club de los selectos.
LAS AMARRAS DEL ENCASILLAMIENTO DOCENTE
Por SEBA VICENCIO·
Comienza agosto y con ello se concreta una de las políticas más bulladas de los últimos años para el profesorado: El Encasillamiento que da comienzo al cuestionado Sistema de Desarrollo Profesional Docente (Carrera Docente).
Según los datos del propio MINEDUC que entregó al directorio del Colegio de profesores, menos del 6% de los profesores en Chile pertenecerán al selecto grupo que se posicionará en los dos tramos superiores de esta verdadera “pirámide”, la cual se presenta altamente segmentada, transformándose el “Sistema de Desarrollo Profesional” en un mero diseño de reparto de un fondo limitado de recursos en la cual se agrupa en la base de la pirámide el grueso de los profesores de Chile.
El Encasillamiento corresponde al proceso de asignar a un profesor a alguno de los 5 tramos que conforma la carrera docente, quedando los porcentajes de profesores de la siguiente manera: Inicial (9,15%), Temprano (37,4%), Avanzado (14,6%), Experto 1 (4,94%) y Experto 2 (0,69%). Excepcionalmente, para los docentes que no presentan evidencia de evaluaciones, serán encasillados en un tramo transitorio, el cual se denomina de “Acceso” (33,4%).
Planteo que esta abismal diferencia entre los tramos superiores y la base de la pirámide llegó para quedarse, siendo un mito la promesa icónica de un rápido avance por una escalera virtuosa, pues uno de los factores más gravitantes para avanzar en los tramos es un dispositivo evaluativo altamente tecnificado, como lo es el famoso “Portafolio”. El portafolio es uno de los cuatro instrumentos a través de los cuales se evalúa el desempeño docente en 7 dimensiones muy particulares: Ambiente de clase, estructura de clase, organización de la unidad, calidad de la evaluación, análisis de clase, interacción pedagógica y reflexión a partir de la evaluación. Si recurrimos a los datos de los resultados de años anteriores en este apartado, encontramos que el portafolio es el instrumento peor evaluado de los otros instrumentos que conforman la evaluación docente.

Fuente: Mineduc
Los resultados se catalogan en insatisfactorio, básico, competente y destacado, siendo el resultando del año 2014 altamente clarificador: El grueso de los profesores es evaluado como básico (68,2%) y apenas un 0,1% como destacado.
Estos dispositivos, junto con las restricciones de años de servicio y el rendir una remozada prueba de conocimiento disciplinares, se terminan convirtiendo no solo en verdaderas barreras para la mayoría de los profesores del país, sino que también en agobio y una constante preocupación. Así en la práctica se nos condiciona a que, por goteo, exista la posibilidad de movilidad en alguna de las tantas evaluaciones que deberemos realizar a lo largo de nuestra vida.
La utopía de una carrera que realmente dignifique la profesión docente se esfumó cuando ingresó el proyecto de ley al congreso, la historia posterior es ampliamente conocida: 57 días de una histórica movilización, un directorio del colegio de profesores dividido con un presidente que hacía las veces de vocero del MINEDUC intentando defender lo indefendible.
Como han señalado los profesores de Chile, esta no fue ni será nuestra carrera. Pues es simplemente reduccionista el solo pensar que nuestra practica docente es solo lo que los instrumentos dicen medir, más cuando en la realidad el quehacer profesional es tremendamente complejo, dinámico y cambiante.
Parafraseando a Francois Dubet (2001) el mito de la escalera ascendente vista como “meritocracia” (valor de movilidad y de logro), opera o es posible, solo en estructuras que no presentan brechas o distancias tan exacerbadas de posiciones. La diferencia de posiciones tan segmentada como la que otorga el encasillamiento de la carrera docente no permite hablar de meritocracia, solo de excepciones a la regla.
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