Durante la última semana, un grupo de académicos de la Universidad de la Frontera (UFRO) encabezado por Rubén Carrillo, investigador del proyecto denominado UNETE y Director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Forestales de la UFRO, han solicitado que se declare a la Araucaria Araucana como una especie en peligro de extinción, provocando con ello una veda sobre el piñón. Esta solicitud se ha encontrado con el fuerte rechazo del Consejo Zonal Pehuenche de Lonquimay, el Colegio de Ingenieros Forestales de la zona y de CODEFF.
En palabras de Jenia Jofré, representante de CODEFF en Curacautín, la solicitud encabezada por el profesor Carrillo se basa en un estudio que tiene irregularidades profundas respecto a otros estudios de las Universidades de Chile y Austral y lo que manifiestan las propias comunidades. Su intención de proponer la veda del piñón en una irresponsabilidad que además involucra a la UFRO y al Ministerio del Medio Ambiente. Existe una evidencia científica contundente, producida por académicos e investigadores con vasta trayectoria como Sergio Donoso, Pablo Donoso, Haral Smith, y Alberto Tacón, entre otros, que demuestra la sustentabilidad del uso ancestral de los bosques de araucaria.
La razón principal por la que se manifiesta que los postulados del profesor Carillo se acercan más a la seudociencia que a una posición técnica verificable, tienen que ver con la supuesta incapacidad de regeneración de la Araucaria Araucana, obviando los evidentes avances que se han producido durante las últimas cuatro décadas, en las cuales esta especie ha tenido un marco regulatorio que la protege. Un ejemplo de esta exitosa regeneración es la zona de Lonquimay, en donde existe un tipo de tierra que se encuentra casi estéril por la sobre explotación por el exceso de Chivos. En el lugar no crece ni siquiera pasto, pero lo único que germina es la Araucaria, debido a que su textura no es apta para el consumo de los animales. Además, en su regeneración, el Piñón que germina es el último en caer antes de una nevazón, por lo que existe un gran tiempo para realizar la cosecha del fruto.
Por eso, y en línea con lo que declara el Consejo Zonal Pehuenche de Lonquimay, la veda es inconsistente pedirla. Además el debate no ha sido iniciado por las comunidades, ni están dispuestas a pedirlo. Esta situación vulnera los derechos de los pueblos indígenas, tal como se desprende del artículo 23 del convenio 169 de la OIT y del artículo 20 de la Declaración de Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
CODEFF siempre ha estado ligado a la comunidad de Quirquén, en la comuna de Lonquimay, y con todas las comunas de la zona. Somos además miembros de Bosque Modelo, y desde esa perspectiva, con más de 25 años de relación con las comunidades y acompañándolos en los procesos de recuperación de tierras y de la protección de la Araucaria, conocemos la realidad y estamos en contacto directo con ella. Y por conocerla sabemos que el estado actual de la Araucaria Araucana y el piñón no se acerca a lo planteado por los investigadores de la UFRO. Al no estar en los niveles de explotación que llegó a tener la Araucaria, que fue muy intensa durante los años 50 y 60, hoy en día, según lo demuestran los últimos estudios, la cantidad de ejemplares ha aumentado. Esto, gracias a que no existe una explotación industrial de Araucarias Araucanas.
En otro aspecto una de las iniciativas que han salido a la palestra pública durante la última semana es plantear cuotas de explotación del Piñón. Una idea que resulta irrealizable debido al contexto de producción de ese fruto. Las cantidades de Piñones producidos por temporada son completamente fluctuantes, por lo que hay años en los que su producción es baja y ni siquiera las comunidades indígenas explotan el fruto. Pero existen otros años como este 2016 que existió una sobreproducción de Piñones, pese a la “sobre explotación” tanto de lugareños como de otros actores” señala la representante de CODEFF en la zona. Esta situación hace inviable una posible entrega de cuotas de recolección a las comunidades o terceros.
Frente a la posibilidad de eximir a las comunidades Pehuenches de esta normativa, como se ha planteado en los últimos días, esa esta fue una respuesta realizada para arreglar el problema con los Lonkos de las comunidades de la zona, según señala Jenia Jofré, esa. Es por esto que se retractaron y aceptaron que se incluya a las comunidades Pehuenches en las decisiones. Pero a las afirmaciones que han realizado les falta investigación, en especial respecto al manejo a granel del fruto de la Araucaria.
Según señala Leonardo Araya, del Colegio de Ingenieros Forestales: “las declaraciones causan preocupación, pues una veda del piñón podría limitar más aún la economía local de Lonquimay y empobrecer más a las Comunidades Pehuenches”. Durante años, CODEFF apoya a las comunidades Pehuenches para que utilicen un proceso de producción que les entregue valor agregado a sus productos, en la línea de las políticas de comercio justo. En el caso del Piñón, se les capacitó tanto para cuando utilicen los Piñones para el consumo de los animales, como para el consumo humano. Gracias a esto, se ha generado una mejora en las condiciones de producción y venta del Piñón. Por ejemplo, si un comunero vende entre 350 a 500 pesos el kilo de Piñón a granel, procesándolo y haciéndolo Cus Cus o Harina de Piñón, o productos envasados o en conserva, pueden aumentar hasta en un mil por ciento su valor. Y es importante señalar que es el propio Pehuenche quien está realizando esta gestión.
Para finalizar, el anuncio a la opinión pública de esta re categorización de la protección a la Araucaria Araucana es completamente extemporánea, debido a que el proceso de este año se encuentra cerrado, y recién se podría empezar a discutir durante el año 2017. Esto lleva a pensar que “existe una utilización política del tema, especialmente por parte de los diputados que han apoyado la idea de generar una veda del Piñón”, señala Jenia Jofré. Además “existe un interés en capturar financiamiento por parte del equipo de la UFRO, a través de la investigación de estos temas” concluye.
Por estos motivos es que desde CODEFF mantendremos la alerta sobre el tema, dando a conocer a la opinión pública las acciones que se generen durante el periodo y preparando desde ya nuestra activa respuesta y oposición a cualquier iniciativa que genere un daño a la comunidad Pehuenche.
Por: Codeff, 12 de septiembre de 2016