La opinión de Ripper.-
El 14 de julio se informó de la grave y escandalosa manipulación de padrón electoral. Se había cambiado el lugar de votación a cerca de 485 mil personas.
Entonces el mundo político no le dio importancia al escandaloso hecho.
Los senadores y diputados hace rato que caminan por los pasillos del congreso como si fueran extras de la serie de televisión, The Walking Dead. Están esperando que empiece la nueva temporada de la serie para moverse.
El director de Servel, el señor Santamaría actúo errático y dijo que si la gente quería regular la situación de dirección electoral tenía plazo para hacerlo. La gente debería solicitarlo formalmente. Patricio Santamaría detalló que se habilitaría una plataforma en que los afectados podrán enviar un correo dando cuenta del problema.
«Este si bien es un problema que enfrenta el Servel, fácilmente uno podía decir que esto tiene origen en otra institución y lavarnos las manos. Esa no va a ser mi actitud, porque creo que tenemos que enfrentar las cosas. Esto se puede arreglar», remarcó el presidente del Consejo Directivo del organismo, Patricio Santamaría.
Patricio Santamaría, igual que un controlado y cool hombre de negro de la película Men in Black, sacó de su bolsillo interno su pantallazo nebulizador para que el gente olvidara que había visto extraterrestes caminando por la calle.
Pero la sangre fría del Men In Black criollo no sirvió de nada.
Mucha gente se expresó en la redes sociales negándose a hacer el trámite, pues los culpables eran otros, en este caso, altos funcionarios del Estado, en el que principalmente Santamaría debería responder.
Pasó el tiempo como si nada grave hubiese ocurrido.
Mientras tanto, los extras de la serie The Walking Dead se pasean por los pasillos del Congreso, van a la cafetería, comen bocadillos y van a los servicios higiénicos a cagar. Esa es la realidad pedestre.
¡Cómo va a ser problema de los lentos zombies que 485 mil chilenos no tengan correctamente su dirección electoral!
Hasta que hace unos días, un informe publicado en La Tercera, indicaba que en ciertos municipios como Recoleta y Puente Alto, los cambios del padrón electoral habían sido tan numerosos que obviamente existe la posibilidad de afectar los ajustados resultados electorales.
Y así fue que la crisis se rajó como si fuese el paño de la mesa de billar.
A solo días de las elecciones, con todos los candidatos a Alcaldes corriendo. Con miles de pobres concejales dejando las chalas en las ferias de los barrios.
Lo que parecía un simple error administrativo era una profunda crisis de transparencia.
Y abierto el tajo se sospecha que desde allí se puede abrir un abismo político impensado.
¿Vieron la película La falla de San Andrés?
California acaba cediendo ante las temibles fuerzas telúricas y desencadena un terremoto de magnitud 9.
No quedaba nada del hombre de negro controlado y cool de Men in Black Santamaría.
Su pantallazo nebulizador para que el gente olvidara que había visto extraterrestes caminando por la calle, no funcionaba.
Ante el terremoto que amenaza, el Men in Black Santamaría ahora le tiró el hediondo cadáver al Registro Civil y a la Ministra Javiera Blanco.
Santamaría dijo sudando que «evidentemente aquí se cometió un error por parte de un servicio que no es el Servicio Electoral. Nosotros somos víctimas de esto». Ahora Patricio Santamaría se considera una víctima.
Lo que la ministra de Justicia Javiera Blanco sabe hacer bien es anunciar sumarios.
¿Y qué hizo ahora la Ministra Blanco con la afrenta de Santamaría de echarle la culpa de todo?
Anunció un sumario al interior del Registro Civil. Habló de “ajuste informático” que habría generado el cambio de domicilio a un número aún indeterminado de electores.
Estaba correctamente planteado el conflicto en el guión.
Entonces, según radio Bio Bio, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS), dijo “El parlamento estará dispuesto”, respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo envíe una ley para postergar la fecha y dar tiempo para corregir los errores. Desde Renovación Nacional, el diputado Nicolás Monckeberg, sostuvo que su sector se encuentra disponible para aprobar un aplazamiento de la elección.
Los miles de candidatos a las municipales estaban repartiendo volantes y chapitas en las ferias.
Y cuando escuchan la noticia se quedan de una pieza.
La gente de la feria sigue moviéndose rápida, compran y hablan fuerte. Los feriantes pregonan sus zapallos y zanahorías. La caseritas echan la talla a los feriantes. Todo normal.
Pero los miles de candidatos están paralizados, no se mueven ni escuchan nada.
¡Pero si quedan 9 días, huevón!
¿Se atreverán a suspender las elecciones?
¿Y si queda un desorden con los resultados, los perdedores no le echarán la culpa al padrón electoral?
De todos modos, literalmente hablando, la politiquería y la ineficiencia han convertido los asuntos públicos en un gran mierdal.
Esta es la disyuntiva que tienen: Hacerse los lesos o afrontar un completo desprestigio de los resultados.
¿Cómo se llamará la película?